La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

«No pienso dejar mi trabajo como cuidadora; es vocación»

Un teldense con dependencia y la persona que lo atiende comparten el número ganador del sorteo

«No pienso dejar mi trabajo como cuidadora; es vocación»

Cuando los niños de San Ildefonso cantaron el número que obtuvo el primer premio de la Lotería Nacional, una pareja que desayunaba en una de las cafeterías del centro comercial El Mirador casi se atraganta con tostadas de tomate y jamón. «¿Ese no es nuestro número?», preguntó Lali, técnico sociosanitario, mirando a Mario, uno de los usuarios que atiende. Lo era, aunque les costó creerlo. «Tuve que salir corriendo a la administración para comprobarlo, me parecía una locura», admitió media hora más tarde, cuando ya el champán que abrieron desde la administración que repartió los boletos la empapó de arriba abajo. 

Las llamadas de sus familiares la interrumpieron cada dos minutos y ella, sin ser del todo consciente de lo que le había caído, contestaba con timidez e ilusión: «Hemos ganado el gordo». 

Lali, vecina de Vecindario, y Mario, del barrio teldense de Casas Nuevas, se conocen desde hace siete años, aproximadamente. «Nuestra relación comenzó siendo únicamente profesional; yo voy a cuidarle tres días a la semana», explica. Sin embargo, con el paso del tiempo han acabo convirtiéndose en buenos amigos. La idea de comprar juntos un décimo para el sorteo navideño fue de Mario, que admite que ya lo habían hecho en alguna otra ocasión.

«Tenemos la costumbre de salir a pasear todos los miércoles y muchas veces venimos a desayunar a este centro comercial, así que aprovechamos una de esas visitas para comprar el décimo», detalla Lali casi sin aire, pues la emoción apenas le deja respirar con calma. 

Cuando comenzó el sorteo a primera hora de la mañana, Mario ni siquiera le dio importancia. «Nunca pensé que fuese a tocarnos algo, así que me marché de casa y pasé de seguir viendo la televisión», añadió el señor. «Nunca piensas realmente que te puedan tocar estas cosas; pero ya que nos lo hemos ganado habrá que disfrutarlo», afirmó por otra parte su cuidadora. 

Ambos sintieron una alegría inmensa al conocer la noticia, como es lógico, pero sobre todo al saber que era su número compartido el que les había dado suerte. «Tenemos un vínculo muy especial; nos conocemos desde hace años y al final construyes una relación. Para mí esto no es únicamente un trabajo, porque él es ya como si fuera uno de mis familiares», admitió Lali emocionada.

Sobre lo que harán con el premio no lo tenían claro al principio, pero tras reflexionarlo un poco les quedó claro que lo más importante es repartirlo entre los familiares que peor lo están pasando. «Pambién podremos pegarnos un viaje a Fuerteventura», río con inocencia Mario. «O un poco más lejos si queremos», respondió Lali con una sonrisa. «También quiero comprarle una barca más grande a mi marido, que ahora me lo puedo permitir», añadió. 

Para concluir dejó claro sus intenciones laborales. «No pienso dejar mi trabajo, porque para mi es vocacional», aseveró con orgullo. «Es una labor social que hago y me encanta», afirma.

Compartir el artículo

stats