Lotería de Navidad

El duende deja la alegría de El Gordo en Alisios

La administración del centro comercial, tras solo un año abierta, vende un décimo del primer premio

Canarias celebra el Gordo de la Lotería de Navidad 2022

LP/DLP

El cava encharcó el suelo del centro comercial Alisios y la alegría desbordaba la administración número 4340. Después de que Jonathan García abriera la sucursal El Duende hace tan solo un año, El Gordo ha llamado a sus puertas en esta Lotería de Navidad con el número 05.490. García asegura que vender un décimo del primer premio del sorteo es una gran alegría después del fallecimiento de su abuela. Aunque comenta, entre risas, que era "un poco bruja" y les ha ayudado desde el cielo a que la suerte les favorezca.

El décimo lo vendió la trabajadora Aruma Luna, así como el segundo premio del sorteo extraordinario de El Niño, que cayó este año cuando solo llevaban cuatro meses abiertos. "Tengo unas manos de suerte o eso dicen", comenta emocionada mientras canta el número como si uno de los niños de San Idelfonso se tratara. "Teníamos una premonición, mi jefe me dijo que me pusiera guapa porque íbamos a dar el gordo y aquí estamos celebrando". Luna ya está calentando las manos para vender el próximo boleto ganador de El Niño: "Nos volveremos a ver, ya verás". 

Los viandantes del centro comercial que pasean para realizar las últimas compras navideñas felicitan a los loteros y aplauden ante la espuma de cava que bañó a más de uno. Los curiosos grababan y unos cuantos se acercaron para abrazar a Aruma y Jonathan. "Vengo a comprar lotería todos los sábados y no me tocó nada, deja ver si para la próxima hay más suerte", bromea un cliente fijo al felicitar al equipo de trabajo.

Durante la mañana de ayer todavía no conocían al agraciado que había comprado el número. "Por aquí pasa muchísima gente y no suelen ser clientes fijos porque son las personas que vienen a hacer las compras y a veces los trabajadores del centro", explica Aruma.

Un amuleto

La administración expone en la ventanilla un duende azul hecho a mano por una vecina de San Lorenzo, barrio al que pertenece la familia. El amuleto, que le regalaron recientemente, les ha servido para repartir alegría y suerte en su segundo año en el sorteo extraordinario de Navidad. 

En el establecimiento estaba toda la familia para celebrar la alegría del momento, el padre de Jonathan, Andrés García no podía contener las lágrimas. "¿Por qué lloro?", exclama emocionado Andrés, que confiesa que cuida los tres nietos al lotero para facilitarle el día a día. "Mi trabajo es muy importante", apunta entre risas mientras luce la camiseta del primer premio. "Se siente más placer regalando que recibiendo", afirma Andrés que no puede evitar la emoción de un momento único. "Es una alegría, hemos tenido mucha suerte, esto nos asegura el trabajo y además repartimos ilusión que es lo más importante", expresa el padre después de descorchar cinco botellas.

Jonathan indica que cada dos meses tocaba algún premio pero los últimos meses no había suerte, "se hizo esperar". El lotero se enteró porque le llamó una compañera de otra administradora y tardó unos minutos en creérselo y volver a la realidad, "se me pusieron los pelos de punto", recuerda.