Como pasó hace ocho años con el CT, Lexus vuelve a bajar a la tierra para agrandar su gama desde abajo con el UX, un modelo con el que exporta su manera de hacer las cosas al inabarcable segmento de los crossovers urbanos. Una nueva puerta de acceso a la marca japonesa, especialmente para un tipo de conductor que ronda la treintena, exigente y que sabe lo que quiere.

Y lo que quiere es un coche de porte afilado y que no deje lugar a dudas de que es un Lexus. Es bienvenida por ello la parrilla de doble punta de flecha tan enraizada ya en el ADN de la marca, pero con un patrón de malla que le da más profundidad al frontal. Esa forma de flecha también despunta en las luces diurnas integradas con enorme estilo en los faros. Los trece colores que se ofrecen para su carrocería, tres se han creado para este nuevo modelo: Naranja Carnelian, Verde Caqui y Azul Cerúleo.

Es el primer Lexus que aprovecha la nueva plataforma GA-C de la que el fabricante dice que es ligera y excepcionalmente rígida. Con un centro de gravedad bajo y un ajuste de suspensión muy meticuloso, es la piedra angular de una agilidad y maniobrabilidad que quiere ser equiparable a alguna de las berlinas deportivas de la marca. Mide 4,49 metros de largo y su distancia entre ejes es de 2,64 metros.

También en el interior Lexus se inspira en sus berlinas con un ambiente de enorme elegancia con brochazos de artesanía en algunos acabados. Sólo un ejemplo: el volante de tres radios y el reloj analógico se han importado directamente del LS.

La tecnología descansa en el cuadro de instrumentos digital sobre una pantalla LCD de siete pulgadas, el head-up display a color y de alto contraste y la pantalla controlable a través del panel táctil (touchpad) con una interfaz y una lógica de uso similar a la de un teléfono inteligente. Los acabados superiores incluyen controles iluminados en los difusores de aire cuya fuente de luz se alimenta de forma inalámbrica.

La marca también ha querido dar una sensación de continuidad en los distintos componentes del habitáculo. El salpicadero adopta una posición más baja de lo habitual entre otros SUV y junto a los pilares A muy estrechos aportan al conductor una buena visibilidad. La posición de conducción también rompe con lo convencional si se compara con la media de su segmento, ya que está más cercana al suelo.

Pero el gran hecho diferencial de Lexus es su oferta de motorizaciones híbridas y el UX 250h no es ni mucho menos la excepción. Con 178 CV de potencia, el sistema Lexus Hybrid Drive marida un motor 2.0 cuatro cilindros en línea con dos motores generadores eléctricos. Tanto el propulsor térmico como los dos eléctricos son completamente nuevos e incluyen una serie de tecnologías que redundan en una mayor eficiencia.

El cuatro cilindros emplea unos asientos de válvulas creado por láser, inyección D4-S que combina inyectores directos y secundarios, reglaje de válvulas variable inteligente VVT-iE y para una mínima fricción y una mayor eficiencia, una bomba de aceite y un sistema de refrigeración variables. En cuanto a los dos motores eléctricos, son más compactos, ligeros y con menos fricción interna que los que había empleado hasta ahora Lexus. La batería de hidruro de níquel también es más compacta y liviana.

El funcionamiento de toda la 'unidad de potencia' (por emplear un término de la F1) se ha optimizado en dos direcciones: que la aceleración sea más lineal sin esa sensación tan incómoda de que el motor termina funcionando a régimenes demasiado elevados; y sincronizando la velocidad del propulsor con la del propio coche. Además, el sistema híbrido puede prescindir del de gasolina a velocidades de hasta los 115 km/h.

Como otros vehículos con un componente eléctrico en su transmisión, el UX emplea un cambio (Shiftmatic) con mando secuencial que permite (mediante levas o la palanca en posición S) ajustar seis niveles de actuación del freno motor. En versiones con tracción total E-Four, el UX emplea un motor generador adicional integrado en el diferencial posterior.