En un momento en el que estamos rodeados de objetos de consumo de inspiración retro, la nueva serie 992 de Porsche también ha querido contagiarse de ese algo que emanaba de los Porsche 911 más clásicos. Hay algo de las primeras generaciones en el diseño del capó y también una cierta inspiración de las versiones de los años setenta en el interior. Detalles que, en cualquier caso, enfatizan lo novedoso del diseño de esta octava entrega de la saga.

Entre lo más sobresaliente del exterior de aluminio está el frontal 45 mm más ancho, los tiradores de las puertas eléctricos enrasados con la carrocería, los pasos de rueda más amplios para dar pie a unas llantas de 20 pulgadas en el tren delantero y 21 pulgadas en el trasero y los nuevos faros LED. Hay quien aprecia toda la personalidad del nuevo Porsche 911 - 992 en la parte trasera mediante el spoiler ajustable más ancho y una tira continua de luces.

Aunque mantiene intacta toda su idiosincrasia, el habitáculo se deja llevar por esa tendencia tan extendida de emplear unas líneas más rectas. Como en todos sus modelos, Porsche funde tradición deportiva y tecnología en elementos como el cuadro de instrumentos (con un display en cada flanco del cuentarrevoluciones central) o la pantalla central de 10,9'' del PCM que ahora bucea en mayor profundidad en los servicios conectados como la navegación basada en datos de inteligencia artificial en enjambre.

Muy acorde con lo que implica lo que los fabricantes llaman "una experiencia de marca", esas funciones van más allá de lo convencional mediante el Porsche 360+, todo un asistente personal de estilo de vida que guía al conductor hacia experiencias 'premium'. Sin salirse de esa vivencia integral Porsche, otra aplicación digital, el Porsche Road Trip, ofrece recomendaciones de hoteles, restaurantes y puntos de interés nada convencionales.

Más fuerza y más control

Para un coche obligado a dejar sin respiración a quien se ponga al volante, nunca viene mal una nueva generación de motores bóxer vitaminados. Así, esta evolución de los seis cilindros turbo rinden en las versiones S hasta 450 CV, es decir, 30 CV más. Esta mayor explosividad es lo que permite a Porsche presumir que todas las variantes 911 sean capaces de completar el sprint hasta los 100 km/h en menos de cuatro segundos: 3,7 en el 911 Carrera S y 3,6 segundos en el Carrera 4S con tracción total.

Para que las transmisiones discurran en paralelo a ese extra de prestaciones, las cajas de cambio automáticas de doble embrague y ocho marchas también han sido mejoradas. Otra primicia que trae bajo el brazo el nuevo 911 es el modo 'Wet' que, como parte del equipamiento de serie, detecta humedades en el asfalto e, inmediatamente, alerta al conductor y adapta los dispositivos de control. Es una decisión del piloto activar un botón a través del cual la configuración del coche se amolda a esas condiciones que requieren un margen más amplio de seguridad.

En asistentes da un acelerón al apropiarse del sistema que prevé el riesgo de colisión con otros coches u objetos e inicia una frenada de emergencia si lo estima necesario. Es novedoso también en la saga más célebre de Porsche el asistente de visión nocturna mediante cámara de imagen térmica. Mientras, el control de crucero adaptativo gana en sofisticación al poder añadir un control de distancia automático con función de parada y arranque. Completan este contingente de novedades la función autónoma de asistencia de emergencia y la protección para ocupantes.