Aunque son apenas unas décimas, el cliente canario está menos predispuesto a la adquisición de un coche eléctrico en los próximos meses comparado con la media nacional. La edición 2019 del Observatorio Cetelem del Motor ha puesto la lupa sobre el comportamiento del consumidor español hacia este tipo de automóviles en un entorno en el que éstos están llamados a tener un mayor peso específico en el mercado en los próximos años.

Este informe elaborado con base en las encuestas realizadas a 1.500 conductores establece que, mientras a nivel nacional el 28% de los entrevistados mostró su interés en comprar un coche 100% eléctrico en los próximos meses, en Canarias esta cifra se reduce al 24%, cuatro puntos porcentuales menos.

Las mayores variaciones respecto a esa media se produce en las razones que llevan al conductor isleño a presentar una mayor reticencia a la adquisición de este tipo de coches. Si en la totalidad del territorio nacional hay un equilibrio entre quienes ven un inconveniente crítico su autonomía (59%) y su precio (58%), en Canarias la consideración de que su coste de adquisición es todavía excesivo alcanza el 80%.

En este sentido, el del precio, el informe revela una diferencia importante en cuanto al esfuerzo financiero que se está dispuesto a asumir a la hora de adquirir un eléctrico frente a un coche convencional. El 45% de los encuestados en Canarias considera que ha de hacerse sin ningún esfuerzo adicional, frente al 29% de la media nacional. El 22% y el 24% asumiría que el coste fuera un 10% y entre un 10% y un 30% superior al de un coche gasolina o diésel respectivamente.

Un 64% de los entrevistados canarios considera que las baterías aún no tienen un alcance suficiente, mientras en preocupación por la falta de infraestructuras de recarga se está por debajo de ese baremo de la media nacional.