La Yamaha YZF-R125 es la muestra fehaciente de que se puede ser una superdeportiva sin tener que incurrir en cifras de potencia superlativas. Más que de cantidad, es una cuestión de carácter y, de eso, esta moto va sobrada. La marca de Iwata la ha renovado mediante una carrocería inspirada en la todopoderosa R1 con algunos chispazos de la M1 de MotoGP, unos acabados superiores, un nuevo chasis y un motor con más potencia y más aprovechable.

Ese propulsor monocilíndrico de cuatro válvulas y refrigeración líquida ha sido completamente rediseñado para incrementar el par motor, hacer más contundente su aceleración y lograr unos índices de eficiencia superiores. Para ello no se ha escatimado en soluciones tecnológicas, como demuestra el hecho de incorporar un sistema de distribución variable (VVA). Con él, las válvulas de admisión y escape adoptan una posición perfectamente adaptada al régimen de funcionamiento del motor. Es así como se logra una mejor aceleración a bajas revoluciones a la vez que se obtiene mayor potencia a regímenes superiores.

El sistema de inyección, el de refrigeración, la culata y la cámara de combustión del motor también han sido evolucionados para suavizar ese reparto de la fuerza mejorando al mismo tiempo la eficiencia en el aprovechamiento del combustible. Es muy sintomático del nivel técnico de la YZF-R125 el que cuente con un embrague asistido antirrebote (A&S), un componente que en desaceleraciones muy fuertes evita que la rueda trasera se bloquee. En este sentido, los frenos -uno de los puntos fuertes de este modelo- se hacen con unos nuevos latiguillos y una pinza trasera con diferentes especificaciones.

Las geometrías del chasis Deltabox también han sido revisaras para transmitir más sensaciones, si bien las nuevas horquillas delanteras de 41 mm llegan para incrementar el confort incluso a altas velocidades. El basculante de fundición de aluminio, más corto, aporta un extra de agilidad y el neumático trasero se ha sustituido por un más ancho (140 mm) para aprovechar el mejor rendimiento del motor.

¿Y qué decir de su aspecto? Ha habido 'hi-sport' de pequeña cilindrada más afiladas, pero la R125 hace gala de una línea de deportividad madura, muy proporcionada e incluso elegante. Los grafismos discretos, el frontal herencia de la R1 y el equilibrado colín crean, en suma, una moto ante la que cae rendido cualquier joven motero con un piloto en su interior.

Los faros dobles son LED y la instrumentación se basa en una pantalla multifunción LCD con luz de cambio de marcha, indicador de la velocidad engranada y una señal del estado del sistema VVA. Detalles de acabado mejorables como el silencioso del escape tiene solución, ya que entre los accesorios originales hay uno de la marca Akrapovic hecho a medida para este modelo.