En un momento de auge de las 'travel enduro', la batalla entre los grandes fabricantes se ha recrudecido en los últimos años. Con su dominio absoluto en el Rally Dakar como estandarte, KTM ha puesto el listón y los gigantes japoneses están tirando de artillería pesada para darle caza. Eso incluye recurrir a sagas legendarias como las Africa Twin en Honda o a las Ténéré en Yamaha.

Los touaregs utilizan este término para referirse a la naturaleza o a su medio natural, el desierto. En la historia de Yamaha, el origen de las Ténéré está en la XT500 cuya versión de competición se impuso en la primera edición del Rally Dakar en manos de Cyril Neveu. Una década después, en los ochenta, llegó la XT600Z, la primera con el apellido Ténéré, a la que le siguió a finales de esa década la XTZ750 Super Ténéré bicilíndrica y, años después, la XTZ660 Ténéré. Eran los años en que Stéphane Peterhansel se convirtió como piloto Yamaha en leyenda del raid africano con seis victorias.

Hace un par de años que la marca de los diapasones mostró su intención de recuperar la estirpe Ténéré. Antes de su lanzamiento este verano, la nueva '700' ha sido pulida en un largo proceso en el que los pilotos oficiales de Yamalube Yamaha, Adrien Van Beveren y Rodney Faggoter, e incluso el propio 'Monsieur Dakar', Stéphane Peterhansel, han intervenido en su puesta a punto.

Eso incluye el carácter del motor bicilíndrico de 698 cc y su entrega de par lineal. Yamaha también pone en valor su respuesta instantánea y su equilibrio entre rendimiento y control, dos características ideales para un uso off-road. Transmisión y ajustes de inyección también multiplican su versatilidad, mientras su economía de consumo -y un generoso depósito de 16 litros- aportan un radio de acción de hasta 350 km.

La opinión de sus expertos también ha guiado a los ingenieros en la puesta a punto del nuevo chasis diseñado para ofrecer una gran agilidad sobre tierra, pero también un rendimiento en carretera compatible con las largas distancias. Hecho con una estructura de doble cuna tubular de acero, sus cotas, además, han propiciado que la Ténéré 700 tenga un diseño muy estilizado.

El control, la ligereza y la gran libertad de movimientos que exige una conducción dinámica en terrenos agrestes se traduce en la Ténéré 700 en un asiento plano de 880 mm, una carrocería compacta y un depósito de combustible estrecho que no impide que el piloto pueda agarrarse a él mediante las rodillas. No hay más que echar un vistazo a las últimas Yamaha que han competido en los últimos 'dakares' para comprobar hasta qué punto la nueva Ténéré es resultado de toda esa experiencia. Ahí está su frontal con cuatro faros LED (2+2) protegidos por una carcasa transparente para recordárnoslo.