Desde su llegada al territorio de los compactos premium, el BMW Serie 1 ha experimentado su cambio más profundo. Y no hablamos de su diseño o de su equipamiento -que también-, sino del hecho de haber renunciado a aquello que lo hacía diferente de cualquiera de sus congéneres: la propulsión trasera. Sin embargo, BMW lleva cinco años preparando el salto y no lo ha dado hasta asegurarse de que sus cualidades dinámicas son las de un súper clase.
La arquitectura de tracción delantera -aunque hay también versiones xDrive- era punto de paso obligatorio para poder ofrecer un espacio interior al nivel de su competencia. El sacrificio ha merecido la pena porque el espacio para las piernas se ha incrementado en las plazas traseras en 33 mm, hay 13 mm más espacio para los codos y el maletero (cuyo portón puede accionarse eléctricamente) amplía su volumen hasta los 380 litros. Y todo ello en un coche que es 5 mm más corto, pero 34 mm más ancho y 13 mm más alto.
Para que no haya contraindicación alguna, BMW ha pulido el chasis del Serie 1 para hacer de él un referente en términos de agilidad entre los coches de tracción delantera. Y lo hace con evoluciones estructurales como el eje trasero multibrazo en todas sus versiones, y recurriendo a sistemas de control como el ARB, que actúa mucho más rápido en condiciones de pérdida de tracción del tren delantero para impedir el subviraje o el BMW Performance Control que frena las ruedas del interior de una curva antes de deslizar para proporcionar un comportamiento más neutro.
La versión más prestacional, la M135i xDrive añade además la suspensión M rebajada (hay una adaptativa en opción) y un diferencial mecánico Torsen con reparto de par variable. Este motor establece el máximo de potencia (306 CV) en un abanico de mecánicas que incluye tres diésel y dos gasolina. El 116d rinde 11 CV. A nivel de transmisiones, las cajas de cambio manuales que incorporan de serie los 116d, 118d y 118i son de nuevo desarrollo; el 120d xDrive se hace con la Steptronic de doble embrague y siete velocidades, mientras el M135i xDrive emplea una de ocho. Ambas cajas automáticas son, siempre según la marca, más suaves y tienen propiedades acústicas mejoradas.
