En este momento, la gran mayoría de marcas del sector automovilístico producen coches eléctricos y preparan su electrificación total con fecha límite en el año 2035, cuando en Europa no se podrán vender coches de combustión. Sin embargo, algunos fabricantes apostaron por los eléctricos hace ya una década. Nombres como el Nissan Leaf, el Renault ZoeRenaultZoe o el BMW i3BMW i3 llegan a la mente cuando alguien recuerda los primeros vehículos enchufables y se han establecido como los pioneros. Pero todas las historias deben acabar y la del BMW i3, el primer eléctrico de los bávaros, lo ha hecho del mejor modo posible.

Muere sin descendencia un coche que cautivó a más de 250.000 personas por su diseño, futurista cuando se lanzó en 2013, y que ha envejecido bien sin necesitar más que actualizaciones menores. Durante su comercialización, este pequeño vehículo de poco más de cuatro metros, se vendió en 74 países con un sistema de propulsión que ha ido evolucionando para pasar de ofrecer autonomías de 190 kilómetros a propulsores modernos. Las últimas unidades montan un motor que entrega 170 CV y 250 Nm para una aceleración de 0 a 100 en 7,5 segundos y su batería de 42,4 kWh de capacidad da para 308 kilómetros. Su vocación era claramente urbana, pero podía salir de las ciudades sin demasiados problemas.

El gran handicap, como el de la mayoría de los eléctricos, era su precio, 40.700 euros en España, una cifra por la que no solo hay vehículos más grandes disponibles, sino algunos de los nombres más deseados de la industria en el segmento de los utilitarios y los compactos. La batería tenía gran parte de la culpa de ese sobreprecio, pero también su carrocería de fibra de carbono y el logotipo que porta sobre su parrilla de doble riñón.

Se entregan las últimas 18 unidades

Las últimas 18 unidades del BMW i3, producidas en la fábrica de la marca en Leipzig a finales de junio, se reunieron en el impresionante edificio BMW Welt para celebrar una última ceremonia de entrega cargada de simbolismo. 18 vehículos, todos en una configuración bicolor que combina el Galvanic Gold Metallic y el negro, que ya están en manos de sus compradores.

Una vez finalizada la producción, está por ver qué pretende hacer BMW para cubrir el segmento. Se desconoce si planean una nueva aventura en este espacio del mercado o si le dejan a Mini todo el pastel. Aunque bien es cierto que no tiene descendencia, el nombre i3 no desaparece en el mercado. En China, la marca lanzó en marzo el i3 eDrive 35L, que como el i4 en Europa es una versión eléctrica de su berlina por excelencia. Aunque poco tiene del simpático utilitario nacido en 2013, el nombre prevalecerá.

BMW no lanzará, de momento, el i3 eDrive 35L, que se produce en Shenyang, China, en Europa. Para el Viejo Continente, la firma bávara seguirá confiando en una oferta que incluye la berlina i4, y sus versiones M más deportivas, y los SUV iXSUV iX, tan futurista hoy como el i3 lo fue en 2013, y el iX3. Próximamente se lanzará el lujoso i7 y en el futuro llegarán muchos más eléctricos. 

Todos estos coches, presente y futuro de la marca y el sector, nacen gracias a los avances que BMW ha hecho gracias al i3, que pasará a la historia como el coche que cimentó las bases de la electrificación de una de los fabricantes más importantes y prestigiosos del mundo.