Desde República Checa han vertebrado una estrategia que, además de modificar su estética, promete tres nuevos modelos completamente eléctricos en 2026. Se trata de un compacto, un SUV-C y un modelo siete plazas, del que ya hemos visto los primeros bocetos en concepto de prototipo. Hablamos del Škoda Vision 7S, un primer acercamiento a la era cero emisiones de la firma con batería de 89 kWh, sistema de recarga rápida de 200 kW y hasta 600 kilómetros de autonomía.

Este todocamino 100% eléctrico es un avance del lenguaje de diseño que seguirán las próximas novedades cero emisiones de la marca. Son muchos los aspectos innovadores de este Škoda, empezando por la parrilla Tech-Deck Face de formas planas y cuadradas pero alargadas, que conceden mucha robustez al conjunto y prometen un espacio interior amplio.

Ahora vemos el nuevo logotipo complementado con una franja ambiental en el centro, que se alarga hasta las esquinas de la sección delantera con gráficos de bienvenida. Como detalle significativo, los paragolpes del Skoda Vision 7S están fabricados a partir de neumáticos reciclados y los ganchos extraíbles son del color Flashy Orange que también vemos en su interior.

También estrena firma lumínica en forma de T para ambos grupos ópticos, delante y detrás. De su silueta alargada y contundente destacan las llantas aerodinámicas de 22 pulgadas, así como el pilar D triangular que aporta un diseño distintivo y único a este prototipo. Lo remata un pequeño alerón de corte deportivo, que acentúa todavía más el corte vertical del portón trasero.

Tampoco podemos pasar por alto las curiosas salidas de aire entre los pasos de rueda y los faldones laterales, que además sirven como estribos para subir al coche. Al tono, a medio camino entre mate y metálico, se llama Explorer Green que también vemos en su habitáculo.

Un habitáculo autónomo

Un amplio interior nos da la bienvenida a un espacio cuidado, simétrico y de diseño envolvente. La tecnología, protagonizada por la pantalla central táctil de 14,6 pulgadas, convive de manera muy coherente con materiales sostenibles y la perfecta incidencia de la luz ambiental.

Además, los tejidos repartidos por el espacio se han fabricado con hilos de poliéster 100% reciclados con guiños futuristas como las puertas suicidas y la colocación de una sillita infantil en posición central, entre las plazas delanteras y posteriores, con el fin de ofrecer el espacio más seguro a nuestros bebés.

Como se trata de un vehículo del futuro, tendrá dos opciones de circulación: conducción y relajación. En el primero tomaremos el control de un volante retráctil, el segundo apuesta por la conducción autónoma y utiliza las pantallas para el entretenimiento.

La función giratoria de la pantalla central es vital para diferenciar ambos estados del conductor, colocándose en posición vertical durante la circulación humana. El volante de dos radios luce el nuevo logotipo en el centro y concede visión suficiente a la pantalla de instrumentación de 8,8 pulgadas.

Con solo pulsar un botón se activa el modo relajación, el volante y el cuadro de instrumentación se alejan y crean un espacio más amplio para la plaza delantera izquierda. Los asientos de la primera fila se giran ligeramente, ampliando el campo de visión para los acompañantes de la segunda fila.

Para conseguir una conexión relativamente natural con el coche, desde Škoda han estudiado con cuidado la usabilidad de sus pantallas y menús, introduciendo las teclas hápticas intuitivas para las funciones más frecuentes.