Los fabricantes han cumplido. Europa exige coches más eficientes en una apuesta clara por la electrificación total y compañías como el Grupo Volkswagen, Ford y Mercedes-Benz AG, entre otras, han lanzado, o lo harán próximamente, completas gamas para dotar al cliente de una gran variedad de vehículos eléctricos de todo tipo, que además serán cada vez más asequibles. El gran problema ahora es la falta de una infraestructura de carga pública adecuada, que sigue siendo la gran barrera antes de la compra de un eléctrico. A falta de inversión por parte de administraciones, que podría ser mucho mayor, son de nuevo las marcas las que se ponen las pilas para incentivar la compra de eléctricos. En ese sentido, Volkswagen y BP han anunciado su asociación para desplegar una flota de carga rápida en Europa.

La compañía automovilística y la petrolera han desvelado los detalles de un acuerdo estratégico que, en una primera fase, desplegará hasta 4.000 puntos de carga rápida en los puntos de venta Aral de BP en Alemania y BP en el Reino Unido en los próximos años. Para finales de 2024, ambas firmas esperan alcanzar los 8.000 puntos desplegados en esos dos países y en otros europeos aprovechando la red de gasolineras de BP. “550 millones de personas viven a 20 minutos o menos de una gasolina BP”, asegura Bernard Looney, consejero delegado de la petrolera.

Los puntos de carga de instalados como parte de este acuerdo de colaboración podrán ser usados por conductores de cualquier marca, en una maniobra que busca desmarcarse de lo realizado por firmas como Tesla, que mantienen su red de supercargadores cerrada a otras marcas todavía en muchos mercados. En los coches del Grupo Volkswagen, incluidos los de marcas como Cupra, Audi o Skoda, los nuevos cargadores aparecerán en el navegador debidamente señalizados.

Volkswagen Flexpole

El objetivo final de acuerdos como estos es eliminar la ansiedad por la autonomía de los coches, agravada por las condiciones de una infraestructura de carga escasa y poco fiable. En este caso, los puntos de carga los aportará Volkswagen con su modelo Flexpole, un cargador rápido con potencias de hasta 150 kW capaz de recargar hasta 160 kilómetros de autonomía en menos de 10 minutos si el vehículo admite tal potencia.

Una de las características principales del Flexpole es su batería integrada, que permite almacenar energía de redes de baja tensión para ofrecerla al cliente cuando pare a recargar, eliminando la necesidad de instalar una estación especial y de conectarse a redes de alta tensión, con lo que la inversión para su despliegue se reduce drásticamente. “Volkswagen ha sido pionera en la transición hacia la electromovilidad. Invertir en todo el proceso, desde el software hasta las baterías y la carga, forma parte de nuestra estrategia para una movilidad neutra desde el punto de vista climático”, dice Herbert Diess, presidente del Grupo Volkswagen.

Ambas partes seguirán estudiando cómo colaborar en el futuro en pos de una movilidad más eficiente y respetuosa con el medioambiente. “Podemos hacer muchas cosas juntos, energía, electrificación, hidrógeno… todo eso”, añade Looney. “Haremos cosas en tres o cuatro años que no podemos siquiera imaginar hoy”, acaba. 

Además de con BP, el Grupo Volkswagen también trabaja con Enel en Italia y con Iberdrola en España para el despliegue de cargadores. Diess ha confirmado que pronto habrá novedades sobre su alianza con Iberdrola.