El Rubio dejó de delinquir hace años, pero la grave enfermedad de su mujer le hace replantearse las cosas cuando Junior, un distribuidor local de droga, le propone atracar al testaferro de sus jefes en Gran Canaria. Para organizar el asalto, el Rubio llama a su amigo Tito, el Palmera, un parado de larga duración cuyo sueño es abrir un bar, y que fue su pupilo, y a Cora, una prostituta de lujo que sospecha cercano el momento en que se esfumen sus encantos.