Existen voces que reconoceríamos en cualquier momento y que, además, identificaríamos con vivencias inolvidables y con numerosos recuerdos. Una de esas voces es la del palmero Luis Morera, alguien que ha sabido siempre, como en el poema de Kava-fis, que el destino es el camino y no la meta, y en ese camino ha sabido reinventarse una y otra vez y destacar en distintas facetas artísticas. El Cabildo de Gran Canaria tiene el honor de reconocerlo como Hijo Adoptivo de Gran Canaria.