Las cuatro asociaciones de jueces y las tres de fiscales de nuestro país, unos 8.000 en total, paran hoy para reivindicar una mejora de sus condiciones laborales y salariales y de la justicia. Se quejan de una justicia anticuada, obsoleta, insuficiente y lenta, con una crisis de imagen sin precedentes. Imagen que se ha vuelto a resentir con la renovación pactada entre PSOE y PP del Consejo General de Poder Judicial. Protesta en la que la que la propia ministra de Justicia participó en mayo pasado, cuando era fiscal de la Audiencia Nacional. También los funcionarios de la Administración de Justicia fueron a la huelga el viernes. Rechazan la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial porque dicen abre la puerta al traslado forzoso de funcionarios y destruye empleo del personal interino.