Las toallitas húmedas empezaron siendo un recurso fácil y cómodo para la higiene, pero ahora las hay específicas para casi todo: Para limpiar la tele, para repeler mosquitos o para eliminar olores. Tan exagerada es su presencia que las usamos hasta cuando no las necesitamos y, muchas de ellas, terminan en el inodoro. Ahora el Ayuntamiento de Valencia les ha declarado la guerra.