Desde el aire se ve claramente la magnitud del desastre. Todavía hoy hay dos focos del incendio activos, los técnicos esperan poder sofocarlos en las próximas horas. Bajo las toneladas de escombros están los cuerpos de los dos trabajadores sepultados por el derrumbe. Los vecinos de la zona están preocupados por la situación porque, aunque las mediciones de aire y agua han determinado que no hay riesgo para la salud, no se fían y se quejan de la falta de información.