Antes de empezar ya se sabe que el Mundial de Rusia será recordado para siempre, además de por todo lo que está por venir, por la introducción del videoarbitraje (VAR). El canario Hernández Hernández, que lleva más de cinco meses de formación -como todos los árbitros de La Liga ya que el próximo curso se estrenará en el fútbol español- da todos los detalles del novedoso sistema. Con 33 cámaras a su disposición cuatro árbitros (con la etiqueta de VAR, AVAR 1, AVAR 2 y AVAR 3) revisarán durante el Mundial cuatro tipo de jugadas: para anular o dar validez goles, en situaciones de penalti, para acciones de expulsión y para identificar al infractor en el caso de que el colegiado tenga dudas.

El árbitro asistente de video -llamado VAR-, observa el partido delante de dos pantallas. "En la de arriba ve la cámara máster, que es la que está en el centro del terreno de juego y se ve el partido con normalidad con un ángulo amplio. En la de abajo tiene cuatro ángulos diferentes y ve el partido con tres segundos de retraso, por lo que cuando hay una jugada susceptible de analizar mira abajo para poder fijarse en lo que quiera", comienza el canario.

"Si con ese primer vistazo no es suficiente entonces el VAR empieza a chequear y le pide al operador de cámara si quiere la repetición más rápido o más lento. En La Liga habrá un operador por cada doce cámaras", continúa el conejero. A partir de ahí es cuando hay que distinguir entre dos conceptos: el chequeo y la revisión. El chequeo será prácticamente invisible para el aficionado ya que es cuestión de segundos. En el caso de la revisión el colegiado sobre el césped, que siempre tiene la última palabra, sí que tendrá que ir a la zona entre banquillos para ver la repetición.

"Hay dos señales que hará el árbitro: una en la que extiendes un brazo de manera horizontal y el otro te lo llevas al oído para demostrar que el VAR está chequeando la jugada. Eso no quiere decir que se vaya a revisar. Si se reanuda la jugada es que el árbitro acertó. Si el VAR recomienda al árbitro que vea la jugada entonces el árbitro hace el gesto de la pantalla y se inicia la revisión. Si el VAR pide la revisión es porque ha habido un error manifiesto. Será raro que si el árbitro va a revisar una jugada no modifique su decisión", detalla el conejero.

La reanudación del juego, subraya Hernández, es un aspecto clave. "Mientras el VAR chequea la acción puede pasar que el juego esté detenido, por ejemplo por un posible penalti que acaba en saque de puerta. En ese caso el árbitro tiene que evitar que se reanude el juego, porque una vez se reanude el juego ya no puedes rectificar la decisión inicial".

"Hay que tener en cuenta que el VAR busca errores manifiestos del árbitro, porque hay jugadas de interpretación, como un contacto que puede ser suficiente para señalar penalti o no, que el árbitro la ha visto bien, por lo que el VAR no interviene", continúa el conejero acerca de un sistema que no se encontrará en el estadio en el que se disputa cada encuentro. En el Mundial de Rusia el VOR, como se llama la sala en la que ven el partido los árbitros junto a los operadores de vídeo, estará en Moscú, y durante La Liga en las instalaciones de la RFEF en Madrid.

Pocas acciones por partido

Una de las principales quejas que ha recibido este sistema es la pérdida de tiempo. Sin embargo, Hernández Hernández destaca que "en 10-20 segundos está hecho el chequeo, mientras que la revisión puede durar algo más de un minuto". Sin embargo, el promedio que manejan en la FIFA según las ligas en las que ya está instalado es el de una jugada revisada por cada tres partidos. De hecho ayer en la inauguración el argentino Néstor Pitana no tuvo que revisar ninguna.

"Las jugadas de interpretación se mantendrán", insiste Hernández Hernández, que valora muy positivamente el sistema. "Si conseguimos ser rápidos en el chequeo y en la revisión no se va a notar tanto en el ritmo del partido. Y aparte el futbolista tendrá la tranquilidad de que se chequean todas las jugadas y se revisarán en las que puede haber un error", continúa.

El conejero recalca el valor de justicia que tiene el videoarbitraje: "Hay que pensar que ese minuto que se pierde en revisar una jugada es por el bien del fútbol, por la justicia. Molestará que se pare el partido pero todos se alegrarán de esperar dos minutos cuando la decisión les beneficie. Es nuestra red de seguridad ante un fallo. Ha llegado para quedarse", sentencia.