Después de la eliminación en octavos de la Eurocopa ante Inglaterra y de no pasar de la fase de grupos en el Mundial de Rusia 2018, la selección de Alemania, en un ejercicio de humildad preventiva, decidió quitarse antes de Qatar 2022 el apelativo Die Mannschaft ("El Equipo"). Según Hans-Joachim Watzke, directivo del Dortmund y con varios cargos importantes en el fútbol germano, la denominación era arrogante.

Con perfil bajo, pero pasado imponente, llegaba al Mundial el cuadro que dirige Hansi Flick. A las primeras de cambio se llevó ante Japón el segundo gran batacazo después del de Argentina con Arabia Saudí. En una cita como esta, el margen de error es mínimo y el tiempo para digerir un sopapo de tal calado es igual de pequeño.

Este domingo, Alemania se juega contra España (20:00 horas) su continuidad en Qatar. Una eliminatoria anticipada entre un combinado que llega exultante después del 7-0 ante Costa Rica y otro con fisuras internas, reproches entre jugadores y la sensación de encontrarse en el abismo una vez más. Aunque con el brillo de las cuatro estrellas que figuran encima de su escudo.

"Nadie se ofrecía"

Pero el pasado no sirve en un presente inmediato que, sin embargo, puede voltearse con un resultado contra la España de Luis Enrique, quien, dentro de su estoicismo, considera que "el elogio debilita" y no quiere confiarse a pesar del maremoto alemán. Un desastre que se vive internamente, pero que también se exterioriza. İlkay Gündogan, autor del gol de la selección europea ante Japón, criticó abiertamente al vestuario tras la derrota.

"Sentía que no todo el mundo quería realmente la pelota. La perdíamos con demasiada frecuencia y facilidad", apuntó el volante del Manchester City en una dura comparecencia. "Hubo un poco de falta de convicción con el balón, desde atrás. No había movimientos ni gente ofreciéndose. En la segunda parte confiamos demasiado en los balones largos y los cortos que jugamos los perdimos con demasiada facilidad", diseccionó Gündogan.

El internacional alemán representó a través de sus palabras cómo Japón supo aprovecharse del letargo de una selección que, como ocurrió con Argentina, se puso por delante con una pena máxima transformada por Messi y creyó tener el trabajo hecho.

"Llenos de agujeros"

"Se lo pusimos demasiado fácil. Especialmente el segundo gol. No sé si alguna vez se marcó un tanto más fácil en un Mundial. Eso no debería suceder. Estamos aquí, en la Copa del Mundo. La forma en que se concedieron los goles en ocho minutos fue demasiado fácil", sentenció el mediocampista, poniendo el foco en la acción de Takuma Asano, quien desnudó las carencias defensivas de Alemania con el 1-2 que llegó apenas siete minutos después del empate, obra de Ritsu Doan.

Curiosamente, los autores de los goles militan en la Bundesliga. Doan en el Friburgo y Asano en el Bochum. El control, conducción y definición del último puso en evidencia las carencias defensivas del equipo de Flick. Algo en lo que también incidió la prensa teutona.

"Atrás hubo un gran problema. A veces, bastaba un balón largo para que un rival anotara o generara peligro", apuntó el D. Además de Schlotterbeck, jugador del Borussia Dortmund que salió en la foto del segundo tanto, formaron en la zaga Niklas Süle (Borussia Dortmund), David Raum (RB Leipzig) y el madridista Antonio Rüdiger, el único capaz de imponer cierta jerarquía en una parcela llena de dudas.

“El equipo es inestable y está lleno de agujeros", tituló el diario Bild, que hoy desvelaba encontronazos en el vesutario entre jugadores del Dortmund y del Bayern de Múnich. El rotativo sentenció: "La selección nacional hizo el ridículo y hace recordar la debacle de Rusia 2018", cuando quedó última de un grupo en el que coincidió con Suecia, México y Corea del Sur. Por su parte, Welt fue uno de los más críticos y lanzó el siguiente titular: "Deshonra para Alemania ante Japón, que consiguió llevar el juego a su terreno" y coincidió con Bild en que Flick y los suyos "están entre la espada y la pared".

La línea de Express también fue dura. "Japón se aprovechó de las debilidades alemanas. El equipo cometió de nuevo un comienzo en falso y la presión está ahí otra vez". Finalmente, el semanal Focus, utilizó la palabra "debacle" para definir el estreno de Alemania, que resume "en un drama de siete minutos". Encabezados catastróficos para un estreno que los germanos querrán olvidar lo antes posible para avanzar en el grupo dinamitado por el triunfo japonés.