Desde que se retiró no se ha prodigado en exceso. ¿Qué es de usted? ¿Cómo está?
Bien, llevando algo totalmente distinto al baloncesto, una empresa que se llama Terrenos y naves, dedicada al sector inmobiliario industrial. Estamos orientados a la venta y alquiler de naves y terrenos para la industria. Nada que ver, pero nada que ver con el baloncesto.
¿Cuál sería el resumen desde el adiós a las pistas?
Pues directivo en Mallorca y directivo en el Tenerife Baloncesto. Después de estas dos aventuras pues ya empecé mi propio negocio inmobiliario.
¿Qué es más complicado el baloncesto o la inmobiliaria? En el deporte, igual de un triple depende un año...
He intentado trasladar lo que aprendí en el deporte a los negocios porque es una gran cuna de aprendizaje constante de todo. Se pueden trasladar cosas al día día empresario. Hay muchos compañeros que se dedican a eso. Yo lo intento trasladar en mi propia empresa, aprovechar esa experiencia y llevarlo al ámbito empresarial.
¿Echa en falta la canasta?
Sí. Al final es mi vida, pero lo miras con reojo. Es una cosa que lo llevas dentro, lo has mamado y estás pegado a él.
¿Y al Granca?
Soy socio desde que me retiré, prácticamente. Voy al pabellón, lo sigo y me siento de la familia. Fueron seis años en el club y es que... soy del Granca, aficionado, socio. Es mi equipo.
Se está gestando una compra del club a través de empresariado canario. ¿Va a participar de qué manera? ¿Será inversor? ¿Cómo estaría su nombre en este proyecto?
Lo cierto es que se me ha presentado la posibilidad de colaborar con ellos, aportando la experiencia que he podido tener para lo que necesiten. Mi postura, al menos inicialmente, es no ser inversor, pero sí colaborador en lo que consideren. Ahora que tengo más contactos en el mundo empresarial sí nos estamos moviendo para buscar patrocinadores, que todavía están en el aire aunque he visto voluntades. No me pongo límites porque entiendo que la idea es sumar con el máximo respeto a los que están ahora trabajando porque son profesionales y entiendo que es combatible. La intención no es entrar como un elefante en una cacharrería.
¿Qué le ha convencido para que crea en esta idea?
Que se intente involucrar a los canarios que han formado parte del club. Ese hecho ya es atractivo. A mí me gusta el deporte y saber que estarán compañeros y gente afín alrededor te ilusiona, como el hecho de que cuenten contigo.
¿Le convenció alguien en particular?
Prefiero ser prudente. Esto se ha disparado cuando iba a ser algo más lento, más sosegado. Sobre todo porque hay profesionales trabajando y no se puede desestabilizar. Además, no deja de ser un proyecto. Como decía antes, no puede ser como un elefante en una cacharrería. La idea es ayudar, quitar peso al Cabildo, poner nuestro grano de arena. Si es así, fantástico y ahí estaré.
¿Le gusta lo que ve detrás de este proyecto?
Sí, porque lo siento como un reto. Será por eso de competir, de ese gen. Lástima que mi trabajo me quita mucho tiempo y no sé cómo lo conjugaré, pero quiero. La situación es propicia porque creo que el baloncesto está en un punto donde se pueden hacer muchas cosas por mejorar. Se da el caso, según mi parecer, que nos han comido la tostada a nivel en Canarias. Creo que el Iberostar, por ejemplo, si no nos ha adelantado está muy cerca. Y simplemente ese hecho es un reto porque creo que ahora son la referencia en Canarias. Pues eso ya es un punto a mejorar. Si nuestro apoyo sirve para mejorar, perfecto; si no, que para los que estén hagan.
¿Cree que se ha aprovechado el tirón del Granca en los últimos 20 años para que cuaje el club en la Isla?
Sería tremendamente injusto decir que el trabajo ha sido malo. Los éxitos están ahí y son indudables. Los profesionales que están me merecen mi máximo respeto, pero eso no quita para aceptar la realidad: todo es mejorable. Y repito, manteniendo mi respeto absoluto. Es verdad que desde dentro igual no es tan fácil como parece desde fuera. No creo que vengamos con una varita mágica. Por ejemplo, Berdi Pérez lo ha hecho magníficamente. Mi intención no es polemizar. Estamos en una fase embrionaria. Lo que se me ha trasladado es quitarle peso al Cabildo, buscar apoyo para sumar... Pero insisto, el día a día es muy cruel por lo que me falta información para analizar en profundidad lo que se ha hecho en estos años. Creo que se puede mejorar, pero veo a la gente identificada con el equipo.
¿Ve fatible que se concrete esta propuesta?
Espero que sí. El enfoque de estos empresarios es aliviar al Cabildo, que es lo más deseable. La primera palabra que me viene a la mente es ilusión. Cualquier ilusión hace que se generen cosas. Si dejamos el campo sin abonar... La gente que está detrás tiene conocimiento, que se han ganado sus habas después del baloncesto, gente con la que he sudado y jugado.
A lo serio, ¿se viene el sobrino de Estados Unidos si entra en usted en el club?
[Risas] Él está en la universidad muy contento y está empezando. Creo que sería más fácil involucrar a Santi Aldama padre que a él, aunque el futuro y él ya dirán.
