Los aeropuertos canarios recuperan movimiento con el verano pero aún se sitúan a años luz de la realidad que vivían antes de la irrupción de la pandemia. Los ocho aeródromos de las Islas dieron servicio a 1.324.807 pasajeros, un 65,3% menos que en julio del pasado ejercicio pero un 304,59% más que en junio. En otras palabras, Canarias multiplicó por cuatro el movimiento de viajeros de un mes a otro, lo que muestra una paulatina reanimación del tráfico aéreo tras la práctica parálisis que supuso la entrada en escena del coronavirus, a la espera de las consecuncias que puedan acarrear los nuevos brotes.
El progresivo restablecimiento de la actividad de los recintos aeroportuarios llega de la mano del tráfico nacional. Del total de pasajeros registrados en julio, 1.316.210 corresponden a operaciones comerciales. De éstos, 915.228, un 47,9% menos que doce meses atrás, tuvieron como punto de partida o llegada algún rincón del país. El desplome del tráfico internacional es más elevado, pues los aeropuertos solo movieron a 400.982 pasajeros en este segmento, un 80,3% menos que un año antes, según los datos facilitados ayer por Aena.
El aeropuerto de Gran Canaria, pese a experimentar un descenso de viajeros del 64,3%, se sitúa a la cabeza de los aeródromos canarios y en el séptimo lugar del ranking nacional. Dio servicio, en total, a 381.636 pasajeros, 687.305 menos que en el mismo mes del año pasado. Le sigue Tenerife Norte, con 291.623 viajeros, un 46,1% menos, y el aeródromo de Lanzarote, con 194.355 pasajeros, un 70,1% menos que un año antes. Las instalaciones aeroportuarias de Tenerife Sur, Fuerteventura, La Palma, El Hierro y La Gomera cierran la clasificación con 180.387; 179.386; 70.020; 21.318 y 6.082 viajeros y unas caídas anuales del 79,8% -el mayor desplome anotado por un aeropuerto canario-, 64,5%, 46,4%, 20,4% y 35%, respectivamente.
Las operaciones también registran un notable bajón si se toma como referencia el volumen de vuelos de doce meses atrás. Los aeropuertos de las islas sumaron 19.481 operaciones -casi el triple que en junio (7.057)-, de las que 13.864 correspondieron al tráfico comercial nacional y apenas 4.391 al internacional. El retroceso en el primer caso es del 35,3% y, en el segundo, del 63%. Las cifras demuestran, una vez más, que es el tráfico aéreo nacional el que tira de la recuperación.
La publicación de los datos llega después de que el Gobierno británico decidiera a finales de julio imponer una cuarentena de dos semanas a los viajeros procedentes de España. Esta medida ha supuesto un duro revés para el sector turístico -puesto que Reino Unido es el principal mercado emisor de turistas del Archipiélago- y para la conectividad aérea. Poco después de darse a conocer esta restricción, Jet2 y TUI optaron por cancelar sus operaciones con las Islas, lo que restó a Canarias unas 22.000 plazas aéreas semanales.
La crisis del coronavirus se intensificó a mediados de marzo, momento en el que el Gobierno central decretó el estado de alerta sanitaria. La incidencia de esta inédita situación conduce a un descenso acumulado del 57,9% en el número de pasajeros hasta julio, mes hasta el que se sumaron en las Islas 10,9 millones. En el recuento de los siete primeros meses del año se tiene que el movimiento de pasajeros en vuelos internacionales ha sido mayor, pues este canal suma 6,3 millones -un 59,2% menos que en el mismo periodo del ejercicio anterior-. El volumen de operaciones se ha reducido casi a la mitad, ya que el Archipiélago anota en conjunto 120.037 vuelos, un 49,7% menos.
