Una de cada cuatro personas con migraña no ha acudido jamás al médico a consultar su dolencia y más de la mitad de los cinco millones de personas que sufren esta dolencia en España se automedican con analgésicos sin receta, a pesar de que los expertos advierten de que existen formas de prevenir las crisis. Precisamente la ausencia de un tratamiento adecuado provoca que cada año la enfermedad se vuelva crónica en el 3 % de las personas que la padecen y que en otro 3% de los casos pase de una migraña episódica de baja frecuencia a ser de alta frecuencia.
Esta semana se conmemoró el Día Europeo de Acción contra la Migraña en el que la Sociedad Española de Neurología (SEN) advierte sobre la importancia de acudir a la consulta y recibir un tratamiento. También sobre los riesgos de abandonarlo, algo que hace el 53 por ciento de los pacientes, mientras que el 24% de las personas que padecen migraña episódica y el 41 % de los que sufren migraña crónica no lo siguen de forma adecuada.
"La gente no acude al médico porque el dolor de cabeza es la forma de dolor más habitual y no se alarma, y además en el caso concreto de las personas que sufren migraña, lo asumen como un dolor, entre comillas, propio de la vida, porque se trata de algo que ya padecen sus madres o hermanas", subraya Rogelio Leira, neurólogo.
La migraña es un problema hereditario, pero "lo que se hereda no es el dolor de cabeza sino el hecho de que una parte del cerebro es más excitable de lo que le corresponde". Es por ese motivo que las personas con migrañas las padecen tras ingerir determinados alimentos que incluyen determinadas sustancias (chocolate, queso curado, vino tinto, algunas carnes o pescados, nueces...), por la falta o el exceso de sueño, las situaciones de estrés o los cambios hormonales por la menstruación o de la ovulación.
Leira, miembro de la Sociedad Española de Neurología, insiste en la importancia de recibir un tratamiento adecuado para evitar que una migraña episódica "aumente en frecuencia, intensidad y duración". Pese a que no es una de las dolencias que colapsan las consultas médicas, la migraña es la sexta enfermedad más incapacitante a nivel global y solo en España su impacto económico es de 2.000 millones de euros al año por el absentismo y la pérdida de productividad que genera.
Y es posible combatirla, ya que cada vez hay tratamientos más eficaces que ayudan a prevenir ante las crisis. Entre ellos, la toxina botulínica, comúnmente conocida como bótox, que se inyecta a pacientes crónicos. Precisamente Leira fue el coordinador de un estudio que se realizó durante un año con infiltraciones de esa toxina y que fue publicado en el European Journal of Neurology.
"Más que buscar instintivamente los calmantes, tienen mucho mejor resultado los tratamientos preventivos. No hay que actuar ante las crisis, sino tratar de evitar que ocurran", subraya Leira, que añade además que pronto habrá nuevos fármacos contra la migraña con una eficacia superior a la de los tratamientos actuales.
