La UD Las Palmas tiene dos grandes porteros y eso, en un contexto en el que prima la contención económica, puede ser demasiado lujo. La trayectoria de Raúl Fernández, unida a su enorme actuación esta temporada, está fuera de toda duda, pero con la irrupción de Josep Martínez tras la lesión del vasco, acompañada igualmente con acciones estelares, hace difícil imaginar que el valenciano pueda ser relegado al banquillo.
Así pues, Pepe Mel cuenta con dos gigantes bajo los palos -a Nauzet Pérez se le acabó el contrato y no renovó-, uno consagrado y el otro con un futuro muy prometedor, pero sólo uno de ellos puede ser el titular de la portería amarilla el próximo curso. No se descarta que los dos formen parte del plantel, porque ambos tienen contrato en vigor, pero esa opción parece muy improbable.
El presidente Miguel Ángel Ramírez aseguró el pasado lunes durante su comparecencia que Josep, al igual que los filiales Cedrés, Fabio, Kirian y Edu Espiau, tendrá ficha con el primer equipo, lo que significa que la UD ejecutará la opción que tiene sobre el guardameta de 21 años, que automáticamente quedar´´a vinculado al club por dos temporadas con unas condiciones mejores que las que tenía cuando jugaba en el filial.
Las Palmas, por tanto, ha optado claramente por la continuidad Josep, lo que no excluye la de Raúl, pero sí abre el debate en la puerta. Incluso, la entidad amarilla ni siquiera está dispuesta a escuchar ofertas por el jugador, al que pretenden varios equipos. De hecho, el director deportivo, Rocco Maiorino, ya ha recibido muestras de ese interés de determinados clubes por hacerse con los servicios del de Alzira, pero la respuesta hasta ahora ha sido la misma: Josep Martínez no se vende.
En cambio, sí está dispuesta a escuchar ofertas por Raúl Fernández, por el que considera que podría recibir dinero en forma de venta o, cuanto menos, ahorrarse la cantidad que debería pagarle durante los próximos dos años, los que le quedan de contrato al jugador, de 31 años, 10 más que el valenciano.
Sin embargo, hay un hándicap para el vasco: la grave lesión que sufrió en el partido contra el Cádiz. Aunque en principio debería estar recuperado para el inicio o la primera semana de la pretemporada -según la estimación del club, que estableció un periodo de tres meses de recuperación cuando el percance fue el 14 de abril-, podría generar dudas a los equipos que le quisiesen.
En cualquier caso, la doble fractura que padeció Raúl, una en la rótula izquierda y otra en un dedo de la mano derecha, no debiera ser un problema mayor. El trabajo realizado por el futbolista en el tramo final de la competición ha dado sus frutos y el guardameta prevé estar listo para el próximo 8 de julio.
Raúl Fernández llegó el pasado verano porque Manolo Jiménez, el entrenador de entonces, decidió que con Nauzet Pérez y Raúl Lizoain la portería no estaba bien cubierta. Fue titular indiscutible hasta que se lesionó en el choque ante el Oviedo, lo que le obligó a perderse el encuentro siguiente en Lugo, tras lo que recuperó el puesto hasta el fatídico choque contra Jovanovic. En total, jugó 32 choques y recibió 31 goles.
Su percance le abrió las puertas a Josep, al que Mel dio la oportunidad ante el Lugo después del estrépito de Nauzet en Albacete, lo que le llevó al banquillo y, un mes y medio después, a la no renovación de su contrato. El de Alzira, el portero titular del filial, demostró desde su primera aparición que tiene unas condiciones bárbaras. Al final, sumó siete partidos y encajó ocho tantos.
Ahora la UD tiene ante sí a dos porteros titulares en su plantilla y el papelón de tener que relegar a uno de ellos a la suplencia. Por eso ha elegido apostar por mantener, por lo menos de momento, a Josep, que tiene varias propuestas de otros equipos, pero por el que el club no escucha ofertas. En cambió, si prevé que Raúl, quien admitió a la finalización del campeonato que contemplaría una salida siempre y cuando fuera buena para las dos partes, pudiera recibir alguna. Son dos gigantes para un sólo puesto.
