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Pretemporada 2019 / Mercado

La UD, condenada a rebajar sus pretensiones en las ventas

Las Palmas, tras su inicial posición de fuerza y necesitada de bajar su tope salarial, cederá y pedirá menos por futbolistas como Mateo García y Christian Rivera

Rocco Maiorino, director deportivo de la UD Las Palmas, junto a Kirian y Boris, ayer en el Marbella Football Center.

Era inevitable. El paso del tiempo iba a confirmar que la UD Las Palmas acabaría por rebajar sus pretensiones en las ventas por la pura lógica del mercado. Hasta el momento, el club ha pretendido aparentar una posición de fuerza que, en el fondo, es irreal, pues todos los equipos saben que la entidad está necesitada de soltar lastre económico porque se lo jugó todo a un año para lograr el ascenso inmediato y no lo consiguió. Ahora, a menos de dos semanas para el comienzo del campeonato y con la prohibición de la Liga de Fútbol Profesional de inscribir jugadores, pedirá menos por los futbolistas a los que quiere traspasar y entonces empezarán a salir.

La primera estrategia de la UD fue la de hacerse la dura e intentar ingresar el máximo dinero posible mediante la exigencia de unas cantidades demasiado elevadas para un club que debe reducir el tope salarial de su plantilla en unos nueve millones de euros si quiere salir a competir, algo que, por otra parte, desde las altas esferas de la entidad garantizan que sucederá.

Desde que acabó la temporada pasada Las Palmas dejó muy claro que muchos de los jugadores tendrían que abandonar la plantilla, pero lo cierto es que, por el momento, sólo se han ido dos que tenían contrato en vigor: Fidel Chaves y Juan Cala, hace ya casi dos meses. Los siguientes en abandonar, según la previsión inicial, iban a ser Mateo García, Christian Rivera y Mauricio Lemos, pero todavía siguen.

Pese a todo, desde el club aseguran que la salida del extremo argentino se concretará "en uno o dos días" y, a partir de ahí, se producirá un efecto dominó que acabará con las rescisiones de los otros dos y del resto a los que se pretende dar de baja. Sin embargo, para que suceda el primer paso la UD tendrá que rebajar sus pretensiones económicas.

Mateo García cuenta con ofertas del Olympiacos, del DC United, del Birmingham e incluso de un equipo belga, pero ninguno ha querido pagar lo que pide Las Palmas. En este caso, además, influye el hecho de que al jugador le queda sólo un año de contrato, por lo que acabará por irse al equipo que más le convenga, aunque no sea la mejor oferta para la entidad amarilla.

Rivera, por su parte, también ha tenido varias propuestas durante el verano, entre ellas las del Getafe, el Leganés, el Granada e incluso las de dos equipos europeos, sin embargo, Las Palmas transmitió a su representante que no dejaría salir al jugador por menos de una cantidad a la que nadie ha querido llegar, sabedores de que la UD acabará por rebajar sus pretensiones por necesidad imperiosa.

El caso de Mauricio es diferente, toda vez que su venta es complicada después de dos temporadas a un nivel my bajo. Pese a ello, el club le busca una salida en forma de cesión con el objetivo de ingresar algo de dinero con la misma y quitarse una de las fichas más elevadas. En todo caso, el baile de bajas comienza: la UD empieza a pedir menos.

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