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El cierre del mercado

Ocho días y muchos deberes

A una semana del cierre del mercado, la UD tiene varios frentes abiertos, como las salidas de Mauricio y Rivera, el acuerdo con algunos jugadores o la llegada de fichajes

Ocho días y muchos deberes

Once semanas después de la conclusión de la temporada 2018-19, y ocho desde de la apertura del mercado estival, la UD Las Palmas llega a la última semana del periodo establecido para confeccionar las plantillas conforme a los topes salariales establecidos por LaLiga con muchos deberes por hacer.

Era previsible, porque a la entidad amarilla se le vino un problemón encima desde el mismo momento en que su apuesta por ascender en un año fracasó por completo. La consecuencia principal del fiasco fue la reducción drástica de la cantidad para pagar a los jugadores: pasó de 17 millones a unos 7,5 -que podrían llegar a 9-, según el presidente Miguel Ángel Ramírez.

Ante ese panorama, la UD con el agua al cuello, se vio obligada a soltar lastre, bien mediante la salida de futbolistas o bien mediante la renegociación de todos los contratos, y en esas está a falta de ochos días -contando hoy- para el cierre del mercado.

En ese tiempo van a pasar muchas cosas. Lo prioritario son las salidas y Mauricio Lemos es el siguiente. El uruguayo, cuya continuidad se convirtió en una "obsesión" para Pepe Mel, saldrá cedido a un equipo de la primera división de Francia, lo que permitirá a Las Palmas obtener dinero por el préstamo y ahorrarse la elevada ficha del central.

También saldrá Christian Rivera, quien, a diferencia de Mauricio, ni siquiera hizo la pretemporada. El club considera que es uno de sus mejores activos y, por tanto, de los que podría dejar más billetes en las arcas. Sin embargo, su salida no se ha producido porque la UD espera la mejor oferta posible por él como parte de su estrategia.

Pekhart, sin prisa

Por otro lado, la entidad debe llegar todavía a acuerdos con determinados futbolistas con los que todavía no ha pactado una revisión de sus contratos, la mayoría elevados y a la largo plazo. También con Tomás Pekhart, al que pretende rescindir desde hace meses, entre otras cosas, porque no cuenta con él a nivel deportivo. Pese a ello, el checo no tiene prisa por irse y se mantiene en su idea de no perdonar un céntimo de su salario.

Esas son, a grandes rasgos, las cuestiones más urgentes de la UD. A partir de ahí, llegarán más fichajes. El único nuevo es Drolé, cedido por el Antalyaspor de Turquía hasta final de campaña, pero el club pretende incorporar, si se cumplen las previsiones de salidas, a otro extremo, un delantero y un centrocampistas.

Además, Las Palmas no descarta que pueda acometer alguna venta o cesión inesperada en la última semana, ni que puedan causar baja algunos de los que cuentan menos para Mel, como Javi Castellano o Deivid, ni que Álex Suárez y Diego Parras puedan irse a préstamo.

Hasta el momento la UD se ha hecho la dura; ha mantenido una postura de fuerza ante los clubes para no dar la sensación de que le urge quitarse jugadores. Sin embargo, está condenada a rebajar sus pretensiones económicas. Por ahora ha ingresado 1,5 millones por la venta de Mateo García al Estrella Roja y 500.000 por la cesión de Edu Espiau al Villarreal B, pero necesita más.

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