No hay mayor condena para un futbolista que una lesión. Si ese percance se enquista, vuelve, se repite, el desánimo arrasa con todo. Un túnel sin salida. Siempre que se ve la luz, otra vez desaparece. Así ha sido la temporada de Álvaro Lemos, que después de ocho meses, por fin, esta vez saldrá de un camino de espinas.
Porque el lateral gallego se ha reintegrado con el grupo desde hace ya una semana. Aunque en su último pronóstico, tras una rotura fibrilar del recto anterior de la pierna izquierda, preveía seis semanas de bajas, el excarrilero del Celta de Vigo, Lens o Lugo, está de vuelta. Recuperado, el técnico Pepe Mel podrá contar con él si lo considera oportuno para viajar a El Alcoraz y visitar a la SD Huesca (mañana, 18.30 horas).
Algo que supondría el triunfo de la constancia para el zaguero gallego, que acumula ocho meses sin competir. Su último partido, donde arrancaron todos sus problemas, fue el 27 de octubre de 2019 frente al Fuenlabrada (1-3). Ese día, al minuto 34 de juego, Lemos cayó lesionado con una rotura fibrilar en el cuádriceps derecho. Las previsiones dejaban a Lemos entre cuatro y seis semanas de baja. Sin embargo, el problema se alargó demasiado.
El lateral derecho, único puro en plantilla de la UD, volvió a pisar al césped en enero. Su adaptación parecía buena. Completó su recuperación a parte y se reintegró con el grupo. Todo parecía ir bien. El choque ante el Tenerife en Siete Palmas parecía que iba a ser su día para el regreso. Parecía. Porque Lemos volvió a caer en la semana del derbi canario.
Desde entonces, Lemos siguió al margen. Dos meses más de trabajo para encarar el mes de marzo a punto. Esa era la idea y así se tradujo sobre el césped. Justo la semana previa al último partido antes del parón, con la visita de la UD a Gijón, Lemos volvió con el grupo. Su regreso estaba ahí, a punto. Pepe Mel decidió darle una semana más de adaptación y no entró en la relación de convocados para El Molinón. Y ahí llegó lo que confinó a España: la pandemia.
Lemos se afanó en ponerse a punto en casa. Lo hizo, bajo una supervisión especial, en muchas ocasiones junto a su vecino Cristian López. Volvió con ánimos renovados y dispuesto a sentirse otra vez futbolista. Pero de nuevo, otra dolencia muscular tumbó al gallego, una de las piezas con el sello de Toni Otero en su primer verano -ayer la UD oficializó la salida del directivo del club tras dos años-.
La desescalada melló otra vez el ánimo de Lemos. Porque en la minipretemporada después del confinamiento, Álvaro Lemos, que parecía regresar con fuerza, se volvió a romper. A finales de mayo, otro problema muscular. Ni siquiera era una recaída en esta ocasión. Otro drama de Lemos en forma de microrrotura.
Dani Castellano, que también andaba lesionado, ya regresó a la convocatoria de la UD Las Palmas para Albacete. Repitió lista en el último partido ante el Elche. El lateral, operado en noviembre de la cadera, sufrió una microrrotura en el bíceps femoral derecho de la que ya está recuperado. Ahora espera el momento para volver al césped.
Con Álvaro Lemos también recuperado, Raúl Fernández es el único futbolista que está fuera de circulación por un problema de lesión. En el costado derecho, Lemos encontrará la competencia seria y dura de dos canteranos: Eric Curbelo y Álex Suárez. El satauteño se encuentra en su mejor momento de la temporada, mientras que el '4' ha vuelto para quedarse, con grandes actuaciones de central y de lateral.
