Entre el aprobado general de la UD Las Palmas durante la mayor parte del tiempo del partido del sábado pasado en Butarque aparecieron varios elementos constitutivos de suspenso como la imprudencia de Aythami antes de dejar al equipo con uno menos en el tramo decisivo del choque, el despiste de Javi Castellano para dejar vía libre al extremo que corría por su lado en la jugada del gol del Leganés, o la poca capacidad de superación ante una circunstancia adversa como una expulsión o un tanto en contra. Pero también, y sobre todo, la falta de gol propio.
Porque resultará una perogrullada, pero si un equipo no materializa las ocasiones que tiene lo lleva crudo. No es que la UD fuera un prodigio de juego, ni de llegadas ni de remates entre palos -sólo disparó una vez entre palos, mientras que el Lega lo hizo hasta seis veces-, pero cada vez que se acercó al área rival demostró una candidez preocupante.
En esas está Las Palmas en lo que llega un delantero que calme a Pepe Mel. Pietro Iemmello es el nombre elegido por la dirección deportiva, pero su llegada se presume tardía porque tiene que desvincularse primero del Benevento. Tampoco ayuda que varios clubes italianos le tanteen, a pesar de que su preferencia es la Isla. Kevin-Prince Boateng, por su parte, aparece como un sueño, pero tampoco cercano, porque en su caso debe romper su vínculo con la Fiorentina.
'Refuerzo'
Así que de momento el técnico debe tirar con lo que tiene, pero también de lo que no preveía tener tan pronto, o que quizá nunca llegue a tener: Sergio Araujo. Porque el argentino acelera su puesta a punto para tratar de llegar en condiciones a la próxima cita liguera, el domingo (19.30 horas) frente al Fuenlabrada en el Gran Canaria, aunque Pepe Mel sembró dudas hasta de la continuidad del Chino en la plantilla.
"El potencial lo tiene él (...) vamos a intentar que el chico se quede aquí, con todos los sentidos puestos en la UD y que seamos capaces de sacarle lo mejor", deseó. De momento, lo tiene, y ya con el grupo después de que el viernes y el sábado se ejercitara en solitario.
Araujo sólo pudo entrenar durante la primera semana de la pretemporada. En la segunda, un positivo en coronavirus le obligó a pasar una cuarentena de 14 días, lo que frustró su preparación, y no estuvo autorizado a aparecer por la ciudad deportiva de Barranco Seco hasta la semana pasada, después de dar dos veces negativo en los test PCR -además, la prueba serológica ha demostrado que el futbolista ha generado anticuerpos-. Se esperaba que su incorporación al grupo se retrasara un tiempo, sin embargo, el argentino ya participó ayer junto al resto de sus compañeros.
Así que si no hay una sorpresa en forma de salida, posibilidad que se deduce tras la afirmación de Mel en su primera comparecencia tras un verano de silencio por orden del club, Araujo podría estar listo para recibir al Fuenla y dotar a la UD de un efectivo más para el ataque a la espera del delantero centro.
Porque resulta complicado afirmar que puede dar al equipo el gol que le falta. Sergio Araujo no marca un tanto con la UD Las Palmas desde el 19 de mayo de 2019, cuando logró el empate a dos ante el Rayo Majadahonda antes que David García culminara la remontada en el 90. El dato es más crudo si se contabilizan los goles desde que regresó tras su primera cesión en el AEK. En dos temporadas -la última media la disputó en Grecia- sólo vio portería cuatro veces, ninguna la pasada.
Pero al menos supone una alternativa para Pepe Mel, que no escondió la necesidad de fichar delanteros para tratar de hacer olvidar a Rubén -sobre todo- y a Narváez. Aun sin estar a tope, Araujo puede llegar. Por necesidad.
