María del Carmen Millares Sall, conocida como Jane Millares, falleció anoche a los 94 años. De formación autodidacta, pertenecía a una familia de gran tradición artística y compromiso intelectual

Pintora eminentemente indigenista, abordó también la abstracción lírica con una figuración de temática canaria y en distintas épocas el surrealismo y el constructivismo.

Casada con el periodista Luis Jorge Ramírez, tuvo cuatro hijos, sin dejar nunca de lado su labor artística.

Asimismo, era la hermana pintora de una camada de artistas que han escrito su nombre con letras de oro en la historial del arte, la literatura y la música en Canarias. Hasta seis de sus ocho hermanos compartían con ella la vena artística. Los artistas varones Millares Sall derrochaban talento en la pintura, la literatura y la música. Como pintores destacaron Manolo Millares y Eduardo Millares -artista gráfico padre de Cho Juaá-. En la poesía transitaban Sixto, fallecido a los 20 años en 1942, Agustín Millares -uno de los exponentes de la poesía social española- y José María Millares, también compositor musical -autor de 'Campanas de Vegueta' y 'De Belingo'-. La música era el territorio de Totoyo Millares, artista que ennobleció y contribuyó a popularizar el timple canario. Totoyo fallecido justo hace seis meses, el 1 de mayo de este 2022.

Todos ellos y ella eran, a su vez, hijos, sobrinos, nietos y bisnietos de destacados hombres de letras de Canarias. Su padre, Juan Millares Carló, profesor de literatura en el Instituto Pérez Galdós, fue poeta, narrador, dramaturgo y dibujante, quien con su hermano Agustín formó parte de la Generación de los Intelectuales que marcó la edad de oro de las letras canarias en las primeras décadas del siglo XX. Su abuelo, Agustín Millares Cubas, destacó como narrador y dramaturgo. Su bisabuelo, Agustín Millares Torres, sobresalió historiador y novelistas. Pero no menos importante es la madre de los hermanos Millares Sall, Dolores Sall Bravo de Laguna, pianista que inoculó la inquietud por la música en la familia.

Asimismo, hay que destacar la influencia en la vida de Jane de pintores como Felo Monzón y César Manrique, que fueron alumnos de su padre. La historia de la juventud de Jane está marcada por las penurias que sufrió la familia tras el golpe de Franco en 1936, la guerra civil y las posteriores represalias. Su hermano, el poeta social Agustín, sería recluido en el campo de concentración de la Isleta y su padre denunciado y suspendido de empleo y sueldo. Sus hijos se convertirían entonces en sus mejores alumnos.

En ese contexto, Jane se convierte en la primera mujer en exponer en solitario en Canarias. Esa primera exposición individual se produjo en 1955 en el Museo Canario. A su vez, Jane es la única pintora considerada como partícipe del movimiento artístico indigenista en el Archipiélago. Con una larga y prolífica vida artística y una abundante obra, su pintura evoluciona e integra también el surrealismo y el constructivismo.

Dado su importante legado artístico, en el año 2003 fue distinguida como Hija Predilecta de Las Palmas de Gran Canaria en 2003, además de recibir en 2005 la Medalla de Oro del Gobierno de Canarias y el Can de Plata del Cabildo de Gran Canaria ese mismo año. 

En 2012, las salas del San Martín Centro de Arte Contemporáneo albergaron su primera gran retrospectiva. Y en 2019, la historiadora del arte, gestora cultural y comisaria independiente Laura Teresa García Morales publicó la biografía artística ‘Jane Millares Sall. Identidad, género y tricontinentalidad en la ultraperiferia española,’ que vio la luz a nivel nacional de la mano de la editorial Sílex tras casi diez años de investigación. Esta biografía supone un acercamiento a la figura de Jane y trata de colocar a la artista en el lugar que merece dentro del panorama del arte nacional. En una entrevista en este periódico, la propia García Morales destacaba que "Jane Millares está a la altura de trascender en la Historia del Arte a nivel nacional".