Obituario

Muere Antonio Castro Maestre, fundador de Incapol

Nacido en León, estableció en Cruz de la Gallina su fábrica de colchones en los años 60 del siglo XX

Pionero en usar la espuma de poliuretano

Antonio Castro Maestre

Antonio Castro Maestre / Cedida por la familia

La Provincia

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Las Palmas de Gran Canaria

Antonio Castro Maestre, empresario y fundador de la fábrica Incapol en Gran Canaria en la década de los años 60 del siglo pasado, falleció este lunes a los 95 años de edad en su domicilio de Las Palmas de Gran Canaria.

Natural de León, Antonio Castro comenzó sus andaduras empresariales en Tánger. En los años 50 del siglo XX fundó una de las primeras fábricas espumadoras de España en Madrid, siendo un pionero de esta industria en el país. Después de vender la fábrica de Madrid a un gran grupo empresarial, fundó la fábrica Incapol en Gran Canaria en los años 60, concretamente en el polígono industrial de Cruz de la Gallina, en el municipio de Telde.

Quienes conocieron a este industrial leonés afincado en Gran Canaria resaltan de su personalidad que fue todo un ejemplo de emprendimiento, demostrando que no tenía miedo de lanzarse a las nuevas oportunidades. Pero también, añaden, fue un ejemplo de resiliencia, ya que afrontaba con determinación un destino que en algunos momentos se torció de manera considerable.

Asimismo, Castro Maestre fue un empresario pionero y emprendedor, que abandonó todo su trabajo en la Península para cruzar el charco y recalar en el Archipiélago, trayendo con él la fórmula del éxito de sus negocios. Apostó de forma decidida por el mercado canario, trasladando a las Islas el modelo alemán en los colchones de espuma de poliuretano.

Fundador y pionero industrial

De hecho, no solo fue fundador de la empresa, sino un verdadero pionero en la fabricación de espuma de poliuretano, algo que jamás ningún empresario había realizado antes. Fue entonces cuando fundó Incapol, una de las empresas de colchones más relevantes en Canarias a finales de los años 60 y actualmente uno de los mayores fabricantes de este producto en el Archipiélago canario.

Ya en los años 80 del siglo pasado, Incapol diversificó su producción hasta la fabricación de todo tipo de muebles, llegando a tener cerca de 80 empleados. En esta década emprendió la modernización de la planta de transformación de espuma adquiriendo la maquinaria más moderna del momento para su negocio.

Con la crisis de los años 90 la empresa sufrió una reestructuración que provocó el cierre de la fábrica de la isla de Tenerife, centrando todo el trabajo en su planta de Jinámar, en la zona industrial de Cruz de la Gallina. Esa fue una de las grandes adversidades que Antonio Castro Maestre tuvo que afrontar en su vida laboral.

Dos incendios

Durante los siguientes años llegaron nuevos competidores y luego, nada menos que dos incendios, la puntilla para cualquier otra empresa, pero Antonio Castro Maestre, inmune al desaliento, en vez de tirar la toalla volvió a empezar una y otra vez, resurgiendo de esas mismas cenizas y reabriendo las tres naves que poseen en el polígono de Cruz de La Gallina.

Así, ni las adversidades, ni la crisis, ni el fuego en dos ocasiones consiguieron frenar a este empresario que siempre tuvo claro que el mercado canario merecía todo su esfuerzo y dedicación. Ahora, y después de 58 años dedicado a su pasión, solo la muerte ha conseguido ponerle punto final a su exitosa carrera.

Ahora descansa junto a su esposa Eva Muñiz, fallecida en el año 2020, su compañera de vida con la que sacó adelante una familia de nueve hijos los cuales, muy unidos, los cuidaron a ambos hasta el final de sus días: Antonio, Eva, Olga, Rodolfo, Óliver, Gemma, David, Emmanuel e Iván. n

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