Un nutrido grupo de aficionados al arte acudió ayer al Club La Provincia para asistir a la exposición y venta de 17 cuadros de Olivia González cuyos fondos recaudados irán a parar a Educanepal.

Los interesados en adquirir alguna de estas obras aún pueden hacerlo poniéndose en contacto con dicha ONG o a través de la dirección de la propia artista www.elblogdeolivia.com. Los precios de los cuadros, que oscilan entre los 100 y 200 euros, están muy por debajo de su valor real y son una muestra del estilo de esta pintora que, entre otros aspectos cotidianos, refleja, de forma diáfana, luminosa y muy alegre, el mar, el sol y la playa de las Islas con títulos como Arena negra, espuma blanca; Amores en la playa; Ilusiones compartidas, o Piecesitos.

Educanepal, que en esta ocasión ha contado con la colaboración de Sergio Doreste en la tasación de estos cuadros, es una asociación sin ánimo de lucro que nace tras dos años de voluntariado de su fundador, José Díaz, en Nepal como formador de profesores en zonas rurales. Durante esos dos años, Díaz vivió de primera mano las carencias de muchos niños, la pobreza de sus familias y las consecuencias más dramáticas: tráfico de niñas, explotación laboral infantil y niños de la calle. Con la ayuda de unas pocas personas, comenzó un proyecto de escolarización de estos niños y de apoyo a las comunidades donde viven.

Según su presidente, Ángel J. Rodríguez Báez, Educanepal ha logrado la rehabilitación de colegios y su trabajo se ha centrado en una residencia de niñas nepalíes. Por lo pronto, gracias de Educanepal, se han alfabetizado a más de 4000 menores pertenecientes a 32 aldeas de un distrito del país asiático, pero su trabajo también se extiende a formar profesores, hacer talleres, realizar cursos, etc.

"La ONG trabaja con las donaciones de unos 200 socios directos", señala Rodríguez, "pero también existen colegios, ayuntamientos, cabildos, y donaciones que cuando reciben dinero extra nos lo ingresan". Su ámbito de actuación se extiende, además, a colaboradores que van a Nepal y están allí de cuatro a seis meses. Educanepal se interesan por lugares inaccesibles del interior del país adonde viaja el propio Díaz. "Queremos que los padres de esos niños nos ayuden, ya que nosotros ponemos el dinero, pero ellos luego aportan la mano de obra".

Transporte

Educanepal compra todo el material en el propio país. "Hemos tenido oferta de gente que nos han querido dar material aquí, pero los costes de transportes son muy caros, y por eso nuestro sistema consiste en comprar allí; de este modo, si compramos libretas, bolígrafos o ropa a los niños la compramos toda igual, y así ayudamos al comercio local y a que todos los niños tengan lo mismo". De este modo, la ONG evita que los niños tengan bolígrafos nepalíes y españoles, "con lo que surgiría nuevamente las envidias y que nos llevaría a los mismos errores de nuestra sociedad". La ONG, que lleva funcionando desde 2003, facilita a sus residentes la posibilidad de realizar estudios superiores. "En la residencia todas las niñas colaboran en todas las tareas de la casa y ayudan en las labores agrícolas y ganaderas, favoreciendo así una formación integral: cuerpo, mente y alma", señala. Así "aprenden a vivir en comunidad, así como principios de solidaridad y respeto".

Díaz añade que también que Educanepal colabora con ONG locales que trabajan en la prevención del tráfico de niñas y que les asesoran continuamente. "Nuestra misión principal es evitar la explotación y el tráfico de niños. Además, no les ofertamos la vida occidental. Todo lo contrario, aprendemos de sus sonrisas y les animamos a conservarlas apreciando la naturaleza, la comunidad, la solidaridad y la vida simple", añade.