La lagunera Fundación Cristi-no de Vera abrió ayer la primera exposición dedicada a Antoni Tàpies tras su muerte, el pasado 6 de febrero. El genio del arte abstracto que falleció a los 88 años revive en esta muestra tinerfeña a través de 21 obras procedentes de las mejores colecciones de arte privadas de Canarias.

Este "alquimista y gurú de la materia", como lo definió Clara de Armas, directora de la Fundación Cristino de Vera-Espacio Cultural CajaCanarias, trabajó durante toda su producción artística la problemática del hombre en el mundo contemporáneo. "Su obra perseguía ante todo cumplir una finalidad social", aseguró Clara de Armas, quien coordina esta exposición que busca despertar conciencias en la Isla. La génesis de esta exposición contó con la ayuda del catedrático de Literatura Española de la Universidad de La Laguna, escritor y crítico de arte Andrés Sánchez Robayna, quien fue amigo personal de Tàpies y también su colaborador.

El artista catalán, influenciado por la filosofía zen, expresó en alguna ocasión que las obras de arte "nunca han sido un fin en ellas mismas, sino que tienen que ser vistas como un trampolín para alcanzar metas más lejanas". Metas que ayuden a despertar el sentido crítico de la sociedad que nos rodea.

Las pinturas, grabados y dibujos del pintor catalán que se exhiben en la sala lagunera hasta el próximo 7 de julio forman parte de su etapa de madurez, con piezas de principios de los años setenta hasta los primeros años del siglo XXI.

Este artista, que dedicó más de 60 años de su vida profesional a filosofar con la materia, ha dejado un legado de casi 9.000 obras catalogadas. Esta muestra tinerfeña intenta "aproximar al público canario al proceso creativo del artista catalán en su etapa de madurez", destacó De Armas. Por tanto, en la muestra están presentes las distintas vertientes de la producción artística de un creador considerado uno de los referentes dentro del arte contemporáneo.