Usted apareció en los escenarios a mediados de los cincuenta con su voz sensual y atrevidos vestidos, moviendo las caderas. ¿Cómo reaccionó el público? ¿Y su familia?

Mi familia se lo tomó bien, por ese lado no hubo problemas. En cuanto al público, amaba las canciones en las presentaciones en directo, y así como mi forma de vestir, el look glamouroso, los tacones altos y todo aquello. El problema estaba en lograr que las radios emitieran mis canciones. Sus pinchadiscos no ponían rock and roll tan fácilmente. Hasta Elvis Presley y Jerry Lee Lewis lo pasaban mal con eso. Cuando yo surgí, estas emisoras se rebelaron y se negaron a ayudarme. Así que, a pesar de que empecé a grabar rock and roll en 1956, no conseguí un éxito en los Estados Unidos hasta 1960.

Compartió escenario con estrellas como Buddy Holly o Elvis Presley, con quien incluso se le atribuye un romance. ¿Cómo era Elvis en las distancias cortas?

Era un chico callado, algo tímido, pero estaba siempre bromeando con sus amigos. A su alrededor había muchas risas. Nosotros éramos amigos, trabajamos juntos. Salimos en la misma gira y, sí, fuimos al cine y a cenar. Él fue muy importante en mi carrera, porque me dio el coraje para cantar rock. Yo al principio cantaba country puro y duro, y él pensó que yo también debería probar con la nueva música que emergía, que era entonces el rock and roll. Y así lo hice, y encontré mi camino, mi hogar

¿Qué música cree que estaría haciendo hoy Elvis si siguiera vivo? En sus últimos años se había escorado hacia el country, curiosamente como usted en aquella época.

Seguramente seguiría siendo un gran cantante de country. Su voz mejoró y mejoró con los años. Él habría sabido actualizarse y cantar temas acordes con las nuevas tendencias, pero sin dejar de cantar sus viejos temas de los cincuenta. Estoy segura de que habría seguido ese camino.

En su larga carrera usted ha ido cambiando de estilos, del country al rock, de vuelta al country, luego hacia el góspel... ¿Por qué esa inquietud?

Aprendí que me gusta cantar todo tipo de música. Me gustan el country, el rock and roll, el góspel... A Elvis le gustaba mucho también el góspel. Yo creo que a un cantante le gusta probar a cantarlo todo. Somos afortunados de no tener que estar atados a un único estilo toda nuestra vida.

Su último disco es The party ain't over.

Dejé que el productor Jack White tomara las decisiones finales en cuanto al repertorio de canciones que incluiríamos en el disco. El disco fue su proyecto, con su compañía discográfica. Se me acercó y me pidió que grabara para él. Sabía qué tipo de álbum quería. Yo me adapté y trabajé con él sobre esas bases.

¿Cuál ha sido, en su opinión, la mujer que mejor ha sabido cantar rock and roll, aparte de usted?

Ha habido muchas. Y ciertamente el rock and roll ha cambiado en medio siglo. Es una cues-tión difícil. Preferiría hablar simplemente de quiénes son las cantantes que más me gustan. En este caso tendría que citar a Tanya Tucker, que me gusta mucho escuchar. Es sin duda una de mis favoritas.

Dicen los puristas que no se puede cantar rock con honestidad después de cumplidos los 30 años. Me imagino que usted, que tiene 74, se morirá de la risa con estos tópicos.

El rock sigue siendo hoy una gran fuerza juvenil, a lo largo y ancho de todo el mundo. La música ha cambiado, como también lo han hecho los jóvenes, pero este estilo sigue siendo una fuerza vital. No todo lo que hay ahora es bueno, pero tampoco podemos decir que sea todo malo. Creo que es una música más reflexiva, aunque no le he dedicado mucho tiempo a pensar sobre esto (risas).

La pin up Mamie Van Doren se ha autocoronado como la chica que inventó el rock and roll. ¿No era esa usted?

Ni siquiera sabía que Mamie Van Doren llegó a cantar. Lo siento. En todo caso, a ella no le hacía falta cantar (risas).

¿Qué planes tiene para el futuro, seguir sobre los escenarios, nuevos discos?

Pretendo seguir cantando mientras la salud vaya bien, como va ahora. Ya tengo grabado un nuevo disco, que editará el sello Sugar Hill. La música ha sido toda mi vida, me sentiría muy perdida sin ella.