Triana arderá hoy y mañana con las máquinas voladoras de la compañía alemana Titanick a través de su montaje Firebirds que forma parte de la programación del 16º Festival Internacional de Teatro, Música y Danza de Las Palmas de Gran Canaria. La representación, repleta de efectos pirotécnicos, se iniciará a las 22.00 horas en el parque de San Telmo, recorrerá Triana, y llegará hasta la plaza de Stagno, donde se celebrará una mezcla impactante danza, fuego y música.

Los 12 actores de la compañía estarán acompañados por 15 figurantes de la Escuela de Actores, y por la banda de música francesa Fanfare Le Snob, y la Asociación de la Zona Comercial de Triana ha organizado una serie de actividades estos dos días a partir de las 18.00 horas. En el parque de San Telmo, al inicio de la representación, un presentador introducirá a los espectadores sobre cómo es el montaje y un actor, que encarna al personaje del Ángel Negro y que domina el arte de volar, estará situado estratégicamente en una azotea.

Carrera

De este modo, cinco pilotos de Rusia, Francia, España, Estados Unidos y Alemania, competirán en la obra por una carrera de vuelos. El director artístico de la compañía, Uwe Köhler, que estuvo acompañado durante la presentación por la concejala de Educación, Cultura y Deportes del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, María Isabel García Bolta, señaló que el germen de la obra comenzó cuando los actores se sintieron fascinados por cómo los pilotos inventaban las primeras máquina para poder volar. "Hemos intentado incluir algunos de los principios que esos pilotos introdujeron", señaló. "Así, los rusos introdujeron una técnica con muchísima alas y los americanos la técnica de las turbinas".

Durante la cabalgata por Triana habrá unos exámenes o rituales a los que estarán sometidos los pilotos, como un test de velocidad, y éstos tendrán que demostrar que los aparatos que han creado tienen la capacidad de volar. "Hay una escena en la que el Ángel Negro se disfraza de sacerdote y bautiza a todos los pilotos para ayudarles a que tengan éxito", señaló Köhler, "y en un momento salen a la atmósfera unos balones que les piden a los dioses que les pueda hacer volar".

En el final, que se desarrolla en la plaza de Stagno, cada piloto tendrá que demostrar que es capaz de levantar el vuelo aunque sólo lo logre uno de ellos. "Será una actuación fascinante porque se ha preparado todo para esa magnificencia", señaló. "Queremos volver al comienzo de la aviación cuando era un reto para la humanidad el poder levantar el vuelo y para ello hemos estado investigando los principios de la aviación para poder adaptar estas máquinas a las técnicas que hubo en un principio". Köhler bromeó diciendo que cuando el aparato alemán intenta remontar el vuelo, el artefacto sale despedido por el aire, "que puede ser una metáfora sobre la actual situación económica".

María Isabel García Bolta señaló, a continuación, que el teatro es capaz de generar una serie de sentimientos y "sumarse a la vida de la ciudad en unos momentos difíciles como los que atravesamos".