Cerca de 67 millones de personas estuvieron pendientes de la noche electoral de ayer en horario de máxima audiencia para ver al presidente demócrata estadounidense, Barack Obama, ganar la reelección para otros cuatro años.

La consultora Nielsen estima que entre las 8 de la tarde y 11 de la noche (horario de máxima audiencia en EE.UU.) estuvieron pendientes de la televisión 66,8 millones de estadounidenses, por debajo de los 71,5 millones de la noche electoral de 2008.

Entre las cadenas generalistas se impuso el seguimiento de NBC, con 12,2 millones de seguidores, seguido de ABC con 10,5 millones y CBS con 7,92 millones.

Entre las televisiones de cable, donde el análisis de audiencia se extendió hasta las 2 de la mañana, dominó la CNN con 8,83 millones de televidentes, seguido de Fox News con 7,7 millones.

La noche electoral comenzó a despejarse cerca de la medianoche a favor de Obama, cuando las principales cadenas del país ya daban por hecho que iba a imponerse a su rival republicano, Mitt Romney, en los estados "bisagra", claves para la victoria, de Nuevo Hampshire, Wisconsin o Iowa.

Poco después, las primeras "networks", cadenas de alcance nacional, comenzaron a adjudicar a Obama el estado de Ohio, esencial tradicionalmente para la victoria, con lo que el suspense se comenzó a diluir.

El presidente no dio su discursos tras la victoria electoral desde el Centro de Convenciones McCormick Place de Chicago hasta pasada la 1.30 de la mañana, poco después de que Romney reconociera su derrota.