El escenario del Teatro Alameda de Málaga fue testigo del estreno de la obra ´Una más y nos vamos´, una comedia sobre la amistad protagonizada por José Luis Gil y Mauro Muñiz de Urquiz.

El montaje arranca una noche cualquiera, de una Semana Santa cualquiera, en un bar de copas cualquiera. Allí se cuela un extraño hombre vestido de nazareno que pide pan para torrijas, desesperado por no poder cumplir el antojo de embarazo de su esposa. Minutos antes de afrontar el último ensayo general, hablamos con José Luis Gil, conocido por sus trabajos en series como ´Aquí no hay quien viva´ y ´La que se avecina´, con las que compartió infinidad de escenas con Mariví Bilbao, que falleció horas antes de esta entrevista.

No podemos empezar de otra manera que recordando a Mariví Bilbao.

Es un día muy triste para quienes la conocimos y la hemos querido. Pero así es la vida. Se nos ha ido, pero se lleva todo nuestro cariño.

Vaya manera de afrontar el estreno nacional de 'Una más y nos vamos'.

Esta profesión es así. Si tienes un trabajo normal, pues te dan unos días para sobreponerte. Pero aquí no. aquí si te pilla en un ensayo general y estrenas al día siguiente, pues tienes que ensayar y estar ahí al cien por cien porque el público lo está esperando. No queremos defraudar ni defraudarnos a nosotros mismos. Es un proyecto en el que creemos y en el que hemos puesto mucha ilusión y cariño.

'Una más y nos vamos' habla, sobre todo, de la amistad.

De una amistad, a priori inimaginable por sus diferentes maneras de ver la vida, que nace entre dos personas. Por casualidad, un encuentro de un día les lleva a un segundo encuentro y llega un momento en que surge una amistad importante y bonita. Es un canto a la amistad con muchas partes de comedia. No soy de risa fácil, pero cuando leí la obra, con unos diálogos tan brillantes, ya me podía imaginar las situaciones.

¿Qué le aporta el teatro que eche en falta en la televisión?

En la televisión, como en el cine, un día se graba y cuando se cree que la escena está perfecta se da por buena y se emite después. En el teatro se dan pequeñas variaciones que hacen de cada función única y especial. El espectador va a ver algo que jamás se va a repetir exactamente. Y esa es la magia del teatro, lo que nos engancha a los actores y a los espectadores también.

¿Se nota en un plató quién tiene tablas y quién no?

Cada uno tira de su bagaje y hace lo que puede. Pero no siempre la experiencia lo es todo. a veces la experiencia se utiliza, desde mi punto de vista, para cosas que no son buenas: como tirar del piloto automático con el que sabes que los mínimos están cubiertos. Creo que la experiencia debe estar para arriesgar y mantener esa frescura que también necesitas para no convertirte en un pequeño robot humano.

Hace poco que debutó como director con el cortometraje ´Entre cartones´. ¿Qué le llevó a ponerse tras las cámaras?

No es una inquietud que tuviera desde hace tiempo; dirigir no es algo que me rondara por la cabeza sino que ha sido casi fruto de la casualidad. Es una experiencia que quería tener.

¿Le pesan los personajes tan populares que ha interpretado en televisión, como Juan Cuesta y Enrique Pastor?

Al contrario. Cuando haces una serie de televisión sabes que se va a exponer y que va a ser un escaparate. Y, seguramente, si esas series no hubiesen existido no estaríamos hablando en estos momentos. A los actores nos preocupa más poder vivir de nuestra profesión que tener un éxito desaforado. Yo no reniego de mis personajes, al contrario: los he disfrutado mucho y encima gustan. Qué más se puede pedir.