Dice que una de las claves de «¡Santi Millán Live!» es la improvisación. ¿Qué no se atreve a hacer en el escenario?

Pues la verdad es que no lo sé. Pero yo siempre he tenido improvisación en mis espectáculos. Mis inicios fueron de la mano de la compañía La Cubana y la improvisación y la interacción con el público son dos técnicas muy habituales en esta compañía.

Traducido: que La Cubana te enseña a tener más cara que espalda en el escenario, ¿no?

Bueno, creo que ya me venía un poco de serie, pero sin duda en La Cubana aprendí a perder la vergüenza, a reírme de mí mismo y hacer que el público forme parte del espectáculo. Una gran escuela.

Un estudio concienzudo de los espectáculos de monólogos en España permite concluir que el tema que no falta en ninguno es el sexo. ¿Por qué?

El sexo es algo que nos une a todos y a la vez nos ayuda a desinhibirnos. Todo el mundo habla de sexo con amigos y familia, y quien me conoce sabe que no podía faltar en mi espectáculo más personal.

¿No será que siempre se exagera (al hablar) de lo que merma?

[Ríe] En mi caso, no.

En el espectáculo bromea con el tamaño de su nariz. ¿Tiene complejo de Cyrano?

Creo que es bueno reírse de uno mismo y mi nariz es demasiado evidente como para obviarla, pero complejo... tampoco.

¿El Santi Millán de la vida real es muy diferente al del escenario y la pantalla?

Depende del personaje que interprete. La gente tiene una imagen muy gamberra de mí por los personajes que he hecho anteriormente, pero Santi Millán se parece más al Pablo de Frágiles que al Sergio de 7 vidas.

¿Cuesta mantener la imagen de crápula?

Quiero pensar que no tienen esa imagen de mí. Soy una persona bastante normal, familiar, trabajadora... como cualquier otra.

¿Es verdad que ha pensado en los ministros Montoro y Wert como compañeros para su próximo espectáculo?

Sería una buena combinación. Éxito asegurado.

¿Usted se ha independizado de la política o es de los actores que se mojan?

Ni una cosa ni la otra.

¿Qué hubiera sido de Santi Millán sin la televisión, tan menospreciada?

Supongo que hubiese hecho teatro y cine. Es lo bueno de ser tan polifacético. [ríe]

¿Bajaría el precio de las entradas del cine o los problemas del cine español son otros?

Habría que rebajar el precio de las entradas, pero principalmente rebajando impuestos.