Unos 300 cines independientes de Estados Unidos proyectan hoy el polémico filme "The Interview" ("La entrevista"), cuyo estreno se canceló tras un ciberataque a Sony Pictures Entertainment (SPE) y amenazas contra salas que exhibieran la cinta.

SPE, productora y distribuidora de la película a través de filiales, anunció el 17 de diciembre la cancelación del estreno -previsto para el 25- de esta comedia que narra un complot ficticio contra el dictador norcoreano, Kim Jong-un, ante el temor de las principales salas de cine a un acto terrorista.

Un grupo llamado "Guardians of Peace" ("Guardianes de la Paz"), responsable del ciberataque el 24 de noviembre, había advertido de que sembraría el terror en los cines que mostraran la cinta y comparó su plan con los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos.

Sin embargo, varios cines independientes, como El Plaza Theater de Atlanta y The Alamo Drafthouse en Dallas, adelantaron este martes sus planes para proyectar el filme el Día de Navidad.

Sony autorizó el estreno de "The Interview" a esos cines, a los que horas más tarde se sumaron salas independientes y minoritarias de todo el país, incluida "The Bijou", del cineasta Michael Moore, que envió un mensaje en la red social Twitter condenando la censura.

Hasta 3.000 cines de las principales cadenas del país tenían previsto emitir la película antes de echarse atrás, en respuesta a las amenazas de los "hackers" (piratas informáticos).

La película está ahora disponible en las plataformas digitales Google Play, YouTube Movies, Xbox vídeo, así como en el sitio www.seetheinterview.com.

"The Interview" es una comedia de Seth Rogen y James Franco que relata un complot de Estados Unidos para que dos periodistas que consiguen una entrevista con el dictador norcoreano, Kim Jong-un, aprovechen la cita para asesinar al dirigente comunista.

El estreno fue suspendido después de que Sony sufriera un ciberataque que el Gobierno de Estados Unidos atribuye a Corea del Norte, cuyo régimen llegó a tildar la película de "acto de guerra".

En el ciberataque, los "hackers" robaron -entre otros datos- números de identificación fiscal y partes médicos de más de 3.000 empleados de la compañía.

Además, los piratas se apropiaron de cinco nuevas películas de Sony, una de las grandes firmas de la industria cinematográfica en Hollywood, que filtraron en internet antes de tiempo.