El glamour de las actrices de los Premios Goya ha superado al frío reinante en Madrid, unos dos grados de temperatura en el exterior, aunque algunas han entrado con la chaqueta prestada de un compañero, como Nerea Barros.

Barros, ganadora a la mejor actriz revelación por su trabajo en "La isla mínima" ha entrado en el Centro de Congresos y Convenciones Príncipe Felipe con la chaqueta prestada de su compañero de reparto, Antonio de la Torre, que optaba al Goya a mejor actor de reparto.

Ha explicado a los periodistas, tiritando, que estaba con fiebre pero que ni así se quería perder la gala de los premios.

Poco antes, Ana Belén, con un deslumbrante vestido azul klein sin mangas, entraba quejándose del frío, así como Pilar López de Ayala o Dafne Fernández, a la que las prisas por llegar a la puerta desde el coche la han hecho tropezar.

Pese a todo las actrices han desafiado al frío con sus trajes de noche y, en la mayoría de los casos, sin ningún tipo de abrigo como protección.

Una de las más sonrientes pese al frío era Bárbara Lennie, ganadora del Goya a la mejor actriz por "Magical Girl", vestida de blanco y sin inmutarse ante el frío.

Macarena García, Andrés Velencoso, Cayetana Guillén Cuervo, María León, Alexandra Jiménez, Toni Acosta, Terele Pávez, el director argentino Damián Szifrón, cuya película "Relatos Salvajes" estaba nominada a nueve premios, acompañado por su mujer y actriz en el filme, María Marull, son otros de los que ya han pasado por la alfombra de los Goya, y que este año cambió el rojo por el fucsia.

Penélope Cruz y Goya Toledo, las más esperadas, han acaparado una gran ovación del público reunida en el exterior y de los flashes de los medios gráficos congregados en el Centro de Congresos Príncipe Felipe.

Si Cruz ha optado por un palabra de honor de Oscar de la Renta, de corte clásico, en azul noche y tapizado con pedrería de tonos blancos; Toledo, nominada, ha preferido al libanés Elie Saab, en tono negro degradado y también cuajado con pedrería.

Otra veterana, Nieves Álvarez, ha confiado de nuevo en su amigo Stephane Rolland, con un diseño de ajustada silueta y larga cola de tul, que jugaba con las transparencias y el binomio blanco-negro.

Si las veteranas han dejado el listón alto, una joven Blanca Suárez tampoco ha defraudado, con un elegante diseño de Zuhair Murad, en tono lila, que combinaba un cuerpo de manga larga transparente cuajado de abalorios, y una frondosa falda que la dificultaba el movimiento.

"Este año, me apetecía un vestido más contundente", ha señalado la actriz a los periodistas, que el año pasado optó por un diseño completamente traslucido, y que con sus andares y poses ha demostrado que domina el lenguaje de la alfombra como la soltura de una veterana.

La moda española también ha desfilado por la alfombra. Macarena Gómez con un diseño de Lorenzo Caprile de transparencias en rojo carmesí, con el que lucía embarazo; Ingrid Rubio del tándem The 2nd Skin Co, y Natalia Tena, de Ana Locking, ambas con vestidos largos hasta los pies cuajados de lentejuelas.

Inma Cuesta y Leticia Dolera, con un traje con estampado de flores y rematado con una larga cola, han confiado en Dolores Promesas. Mientras que Bebe ha optado por la etiqueta destinada a los hombres, con un estilizado y favorecedor esmoquin de Juan Duyos.

Entre los hombres, esmoquin clásico para la mayoría, aunque algunos apostaron por variaciones, como Jorge Torregrosa, con chaqueta azul; Adrián Lastra, de burdeos, o Juan Diego, sin corbata ni pajarita.

Los más aplaudidos a su llegada, Jesús Castro, protagonista de "El Niño", y nominado a mejor actor revelación; Javier Gutiérrez y Raúl Arévalo, coprotagonistas de "La isla mínima" y los dos candidatos al Goya al mejor actor (Gutierrez se llevó finalmente el premio), o Eduardo Noriega.

Muchas caras conocidas también del mundo de la televisión, como Jordi Rebellón, Marta Hazas, Daniel Guzmán, Pablo Rivero, Fernando Tejero, Hiba Abouk, Carles Francino, Antonio Velázquez, Megan Montaner, Angie Fernández o Maxi Iglesias.

Una treintena de trabajadores de RTVE protestaban a las puertas del hotel en el que se celebra la gala en defensa de una "televisión pública al servicio de los ciudadanos" y de una "gestión transparente".

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