El cine español emocionó en la noche del pasado sábado y gritó alto y claro que se quiere, que pese a las dificultades, la crisis y el IVA, ha tenido un año de lujo, y hasta se permitió tutear al ministro "Nacho-Wert", a través del presentador de la gala, un Dani Rovira, cómico y genial, que dio un gran espectáculo.

Una gala de la XXIX edición de los Goya que desde el principio ha emocionado y ha puesto a todo el auditorio en pie con un número musical, en el que el cine español, orgulloso, ha sacado pecho y ha puesto el espejo retrovisor, mientras se pasaban las imágenes de más de cien películas de ayer y de hoy, en blanco y negro y en color.

Los rostros de Rocío Durcal, Marisol, Lola Flores o Raphael proyectados en una pantalla dieron paso en el escenario a una despampanante y atemporal Ana Belén y Eduardo Noriega que interpretaron "Acompáñame"; a Hugo Silva y Fran Perea que se lanzaron por Raphael con "Yo soy aquel".

Y finamente Lolita y Miguel Poveda continuaron con un "Pena, penita pena" que encadenaron a un "Resistiré", la canción emblema del Dúo Dinámico, interpretada por Dani Rovira y que hizo subir al escenario a actores de todas las generaciones y a una de las más emocionadas, la veterana Asunción Balaguer.

Un "Resistiré" que ha sido el grito de guerra de la profesión puesta en pie y que dio gasolina a "Er Rovi" (Dani Rovira) que pidió al ministro de Cultura, José Ignacio Wert, de esmoquin y pajarita, que pusiera "buena cara", y al que ha invitado a disfrutar de la gala, en un año en el que "ha sido el cine español el que ha ayudado a los arcas del Estado y no al revés".

Pero después comenzó "el club de la comedia" de la mano de un Rovira que había cambiado de registro. Bailó claqué, se puso en calzoncillos, cantó, regaló un "Opel Kadett" a Penélope Cruz, piropeó a Jesús Castro y Antonio Banderas y se desdobló para recibir él mismo el Goya al mejor actor revelación por "Ocho apellidos vascos", el film más taquillero de 2014.

Un premio que selló con beso de tornillo, -el beso de la noche- a su compañera en la película y actual pareja, la actriz, Clara Lago. La otra actriz del film, Carmen Machi, también se ha llevado el Goya, a la mejor actriz de reparto. Y Karra Elejalde también se ha llevado el Goya al mejor actor de reparto por "Ocho apellidos vascos". Pero antes, Pedro Almodovar ha entregado a Antonio Bandera el Goya de Honor. Un Almodovar, que ha elogiado la carrera de Banderas, en la que tanto ha tenido que ver él, y ha saludado "a todos los amigos del cine y de la cultura", de los que ha excluido a Wert. El bueno y guapo actor, cantante y productor malagueño le ha dedicado el premio entre lágrima a su hija, Stella del Carmen, por sufrir sus "ausencias".

En la gala, el presidente de la Academia, Enrique González Macho, también ha insistido al ministro Wert, que baje 'el maldito IVA', una petición que se ha repetido a lo largo de toda la noche, al igual que las actuaciones musicales, como la de Alex 0'Dogherty que ha bajado un poco el tono, o la conmovedora interpretación de Miguel Poveda cantando "Para la libertad".

La figura de Paco de Lucía también ha estado muy presente por ser el protagonista del Goya a la mejor película documental por "La búsqueda" y por ser uno de los creadores fallecidos en 2014 y hoy recordados como Amparo Baró, Alex Ángulo, entre otros muchos. Y el bingo a la película de la noche se la ha llevado "La isla mínima", de Alberto Rodríguez, el protagonista sin duda de la noche junto con Dani Rovira.

El actor había dado instrucciones de forma muy gráfica y divertida sobre la necesidad de no extenderse en los agradecimientos pero ha tenido que ver cómo los premiados alargaban la fiesta hasta las dos menos cuarto de la madrugada, más de una hora de retraso sobre el horario previsto.

En fin, una gran gala con una alfombra fucsia por la que han pasado casi todos los actores vestidos con esmoquin y las actrices marcando brillo y elegancia de forma desigual, entre las mejores Ana Belén, Goya Toledo, Elena Anaya o Cayetana Guillén.