Consigue de forma esporádica hacer partícipe de sus imágenes y hasta interesar al público con situaciones dramáticas que denotan un tratamiento loable de los personajes, pero también saca a relucir defectos que desestabilizan el relato en momentos decisivos. De ahí que esta película de un Paul Haggis casi siempre inspirado, ganador del Oscar a la mejor película por Crash y autor también de títulos interesantes como En el valle de Elah y Los tres próximos días, no responda de lleno a las expectativas creadas.

Es desigual, no asienta por completo a unos seres que pierden en ocasiones la estabilidad necesaria y se resiente de aglutinar tres historias que no están suficientemente pulidas. No nos trae, por otra parte, al mejor Adrian Brody, que parece no creerse nunca lo que está haciendo, y tampoco Liam Neeson es el de las mejores ocasiones. Las mujeres, con mucho, están más eficientes y acertadas, especialmente Mila Kunis, Moran Atias y Olivia Wilde. Las tres historias están vinculadas a sendas ciudades, París, Roma y Nueva York, y están conectadas por cuestiones relacionadas con el amor, tanto en el plano de pareja como en el familiar.

El novelista Michael, que se encuentra en París buscando esa creatividad para escribir que no encuentra desde que se separó de su esposa, vive un romance demasiado intenso y desequilibrado con una joven e impetuosa amante; ejecutivo textil de más que dudosa legalidad, Scott, no vive su mejor etapa y su decisión de ayudar a una atractiva italiana le convierten en víctima de una estafa; finalmente, Julia lucha con todas sus fuerzas y en muy precarias condiciones económicas no sólo para ver a su hijo de 6 años, también para lograr su custodia tras la ruptura de su matrimonio con Rick, un neoyorquino que no parece dispuesto a acceder a sus deseos.

Aunque no hay historias que desentonen en exceso ni otras que estén muy por encima de las demás, lo que es obvio es que Haggis no ha entrado de lleno en la verdadera dimensión humana y dramática de sus personajes, que carecen de una credibilidad.