Según la Organización Mundial de la Salud, en el 2030 la tasa de sobrepeso en España puede llegar al 80%, y la de obesidad, al 50% de la población. ¿Qué ocurre con el peso? Por desgracia, no hay una respuesta concreta a esta pregunta, pero es obvio que algo se escapa a médicos y científicos que va más allá de la dieta y el ejercicio.

Sin entrar en el terreno de lo biológico, resulta innegable que existen aspectos conflictivos que favorecen el sobrepeso:

Cantidades inadecuadas: quien más quien menos tiene una idea bastante precisa de los alimentos adecuados, pero el tema de las cantidades sigue siendo una asignatura pendiente.

Salud psíquica no óptima: en una sociedad cada vez más deprimida y con más ansiedad, no es tan extraño que se coma mal y demasiado. A menudo nos empeñamos en perder peso, cuando habría que revisar primero nuestra salud mental.

Alimentos y precio: se puede comer de forma sana con un presupuesto ajustado, pero requiere una cierta habilidad e información. Hay que reconocer que una economía precaria no favorece la buena alimentación.

El exceso de información: nunca se había hablado tanto sobre la relación entre salud y dieta, pero también es cierto que hay mensajes contradictorios, que se da voz a opiniones que no tienen nada que ver con la ciencia y que a final la alimentación pasa a ser una filosofía al gusto del consumidor.

Las dietas desequilibradas: la ansiedad por adelgazar y las dietas drásticas sucesivas son muchas veces un punto de partida de sobrepesos muy refractarios al tratamiento.

Entorno obesogénico: es difícil comer de forma equilibrada cuando se reciben miles de mensajes cada día que hablan del placer de comer.