Los concursos de la televisión japonesa no dejan de sorprendernos. Para participar en ellos hay que tener estómago de acero, en unos casos, o saber aguantar estoicamente todo tipo de torturas, en otros.

Al lado de las últimas locuras que nos llegan del país del sol naciente, el mítico 'Humor Amarillo' o 'Endurance', que popularizó el 'Un, dos, tres', son solo un juego de niños.

Sopla cucarachas

Dos jóvenes, un tubo de plástico y una cucaracha. Las concursantes ponen su boca en los extremos del tubo, dentro del cual hay uno de estos desagradables insectos. Deben soplar con todas sus fuerzas. Gana quien logre meter la cucaracha en la boca de su rival.

La pirámide resbaladiza

Las pruebas de caídas son las más divertidas. En este programa, los concursantes deben escalar una pirámide de lo más pringosa. Los tortazos son de órdago. Gana quien logre llegar a la cima.

Karaoke feliz

En este concurso, el objetivo es cantar una canción mientras una mujer masturba al concursante detrás de un biombo. El que eyacula antes de que termine el tema, pierde. Absurdo y delirante concurso, cuya popularidad ha traspasado fronteras. ¿Estarán preparando ya una versión hispana?

´Batsu´

El nombre de este concurso significa tortura en japonés. Una especie de 'No te rías que es peor' a lo bestia. Los participantes deben evitar reírse mientras alguien les cuenta algo gracioso, de lo contrario recibirán un buen golpe.

Correr con gas pimienta en el trasero

El sufrimiento como forma de diversión. Una carrera de obstáculos en la que los concursantes/corredores son rociados con gas pimienta en el culo antes del pistoletazo de salida. Otra de las pruebas es una carrera de bicis con un particular sillín.

Ábrete de piernas

Concurso para mujeres que deben mostrar su flexibilidad. Las participantes se sientan en una especia de silla de torturas que mediante una manivela va abriendo sus piernas en perpendicular. Una ruleta decide el número de vueltas que debe dar la manivela. Gana quien más tiempo aguante.

Golpes bajos

Los participantes deben recitar un trabalenguas, el que se equivoca recibe un mamporro allí donde más duele. Con ver el vídeo sobran las palabras.