A dos días de cumplir 75 años, Brian de Palma analiza su carrera en el documental "De Palma", presentado hoy, fuera de competición en Venecia, donde se mostró relajado, satisfecho e irónico. "Si estás en este negocio, más te vale tener sentido del humor", aseguró.

"Cuando haces una película, la reacción es normalmente la opuesta a la que esperabas", dijo el realizador, quien aseguró que hay que ser muy persistente para salir adelante en el mundo del cine.

Hay que "creer en ti mismo y seguir adelante sin importarte lo que digan ni lo que piensen de ti", hay que tener "talento, suerte y persistencia", afirmó un director con una carrera que alterna títulos de éxito con grandes fracasos comerciales y que asegura no lamentar nada de lo que ha hecho.

Algo que repite en el filme, en el que defiende con pasión cada uno de sus trabajos menos valorados, como "Wise guys", una comedia con Danny de Vito, "Corazones de hierro" -la mejor historia sobre la guerra de Vietnam, en su opinión- o "La hoguera de las vanidades".

"He intentado hacer las películas lo mejor posible para que funcionen. No creo que haya cambiado mi visión de ellas con los años", afirmó De Palma, que recogerá además hoy un premio en el marco de la Mostra por su contribución al cine.

En el documental, el director está omnipresente por elección de los realizadores -Jake Paltrow y Noah Baumbach-, que tardaron diez años en finalizar un proyecto en el que De Palma es el único entrevistado.

"Solo nos interesaba el punto de vista de Brian, como director y como amigo", dijo Paltrow, mientras Baumbach apuntó que se trataba más de "capturar lo que es ser un director y lo que un director es, más que un tributo (...) Brian es más que suficiente por sí mismo".

El plano fijo de De Palma explicando los proyectos o contando anécdotas de los rodajes y de su vida, se alternan con imágenes de sus películas o de otros filmes con los que en algún momento tuvo relación.

Las imágenes de sus inicios en los años setenta son las más interesantes, con un retrato de su amistad con Steven Spielberg, Martin Scorsese o George Lucas, con los que formaba un grupo de jóvenes directores muy unidos, que se ayudaban con sus respectivos proyectos.

De Palma cuenta cómo por ejemplo le ofrecieron dirigir "Taxi Driver" pero consideró que era una historia más del estilo de Scorsese, o cómo sus primeras películas estuvieron protagonizadas por Robert de Niro, entonces compañero de estudios.

En el filme, el realizador de títulos como "Carrie", "Vestida para matar", "El precio del poder" o "Los intocables ", recuerda con cariño aquella época, con un cierto tono nostálgico.

Entre el cine comercial, el independiente o los proyectos fuera del sistema, De Palma ha construido una carrera llena de altibajos, con trabajos de autor y muchos encargos (como el primer "Misión Imposible" de Tom Cruise), lo que no ha impedido que sea uno de los directores de culto por excelencia.

Treinta horas de metraje fue el resultado de las entrevistas con De Palma, que explica su proceso creativo partiendo de una imagen.

"Normalmente tengo una idea visual, a través de una imagen y después la idea de un personaje". Como con "Impacto", protagonizada por un ingeniero de sonido (John Tavolta) que escucha un asesinato. Todo surgió de problemas con el sonido del viento mientras montaba otra película.

Y visual también la forma de encuadrar del realizador, que recurre a menudo a la división de pantalla o a ofrecer varios puntos de atención simultáneos en la misma.

Un estilo cinematográfico muy libre y difícil de trasladar a la televisión en la que muchos cineastas trabajan ahora.

De Palma empezó a preparar una serie para la HBO con Al Pacino que abandonó antes de empezar a rodar. "Los productores ejecutivos eran muy intrusivos. Nunca he tenido más reuniones por un guion (...) En la televisión son el productor y el escritor los que tienen el control".