"Centro médico", el primer docudrama de ficción diario que se emite por televisión en España, ha logrado enganchar al público de la tarde de La 1 con un muestrario de historias clínicas verdaderas, tan entretenidas como reales, que mezclan información auténtica con las vidas de los personajes.

Con un formato novedoso, que fusiona reportaje con ficción, "Centro médico" entra en su segunda temporada con nuevos personajes, episodios redoblados y "más intimidad" entre sus protagonistas, el personal médico de un hospital donde cada tarde se proponen dos casos clínicos curiosos, con su desarrollo y su resolución.

El gancho de "Centro médico" es, en opinión de su productor ejecutivo, Vicente Torres, su "naturalidad" y "credibilidad", y el hecho de que los capítulos "sean autoconclusivos", es decir, que empiecen y terminen y puedas ver capítulos de forma desordenada.

La clave, explica Torres en una entrevista con Efe, ha sido "coger historias reales y hacer que actores 'sin cara' -que nos dan el distanciamiento que necesitamos para que la gente no los reconozca-, parezcan médicos de verdad".

Son los solventes "doctores" Jordi Mestre, Jesús Cabrero, Rocío Anker, Marina Lozano, Fran Martínez y Ana Cela, y las enfermeras Charo Molina y María Pedroviejo, a los que pasado mañana se sumarán el "director del centro", José Navar, la "médica" Ana Villa y el "celador" Jesús Ortega.

Estos son los actores "fijos" de la serie, pero por los pasillos de la auténtica Clínica Nuevo Parque, cerrada y ahora convertida en plató televisivo en pleno centro de Madrid, pasan cada día entre diez y doce actores "capitulares", hasta 370 desde su estreno, protagonistas durante quince minutos.

"Estamos descubriendo a una gente maravillosa. Qué pena que haya tanto paro en esta profesión y que no puedan trabajar, son unos actores fantásticos", se lamenta Torres.

El despegue de "Centro médico" se nota también en el interés de actores "con cierto nombre que quieren trabajar aquí, aunque se paga poco", se ríe Torres, consciente de el presupuesto low-cost -cada capítulo cuesta la mitad que una serie convencional- es un valor añadido.

La serie, que se emite de lunes a viernes entre las 18,30 y las 19,30, empezó como docuficción de treinta minutos como complemento de un programa sobre salud que se emitía inmediatamente después. Hace unas semanas, Televisión Española decidió programar en su lugar un episodio de "Centro médico" repetido tras la emisión del nuevo.

Una decisión que ha logrado definitivamente el apoyo del público.

"Es gracioso -apunta Torres- que desde que repetimos los capítulos se están complementando de tal manera que uno tira del otro y la segunda parte bate récords de audiencia, con shares del 7,4 por ciento".

Torres, que lleva toda la vida dedicado a la televisión, sabe que no hay fórmulas mágicas para captar la atención del público, más complicado de complacer si cabe en las horas que siguen a las telenovelas, las preferidas de las sobremesas.

En su opinión, todas las grandes cadenas "han tenido momentos de crisis en sus franjas de tarde y, algunas veces, han encontrado las soluciones de manera casual", lo mismo que ha pasado con "Centro médico", comenta con humildad, el que fuera realizador del primer Gran Hermano (y de catorce ediciones), "Supermodelo" o "El súper".

Una "casualidad" que firma la misma persona que trabajó durante años como realizador de los programas en directo de TVE de Jesús Hermida y María Teresa Campos, y que después fue director de realización y productor ejecutivo de Zeppelin (Endemol), cargo que ocupó durante veinte años.

Con ellos firmó algunos de los éxitos más sonados de Canal Sur, como la serie "Arrayán", que estuvo doce años en antena, o las telenovelas "Calle nueva", "Plaza alta" y "Esencia de poder"; y aún es responsable, para TVE, de la gala anual de "Inocente".

"Centro médico", explica, es un ejercicio de improvisación en el que sólo los "totales" a cámara -las explicaciones técnicas de los médicos en primer plano- son guiones "totalmente documentados y revisados" por médicos auténticos que vigilan, tanto en guión, como en el momento del rodaje, "que no se diga una cosa inexacta o inadecuada".

A Torres le encanta la luz natural de la clínica y la realidad que se respira por sus ventanas, abiertas a Madrid y a su pulso, hasta el punto de que, a diario, reciben visitas de médicos y enfermeras que quieren dejarles el currículum.

La serie, puntualiza el responsable de Zebra Producciones, con José Velasco a la cabeza, no busca ni criticar ni loar la sanidad española, por el contrario, "lo que viene ahora será más íntimo, sabremos más de las relaciones entre los personajes y viraremos un poco más hacia la ficción".