La pandemia del coronavirus ha hecho de los Emmys un asunto inusual, pero en lo que se refiere a los premios, los 'pandemmys', según los ha bautizado nada más abrir la anómala gala por televisión Jimmy Kimmel, han seguido en buena parte el guión esperado.

'Watchmen', que llegaba con 26 nominaciones, se ha coronado como mejor miniserie, el más importante de sus 11 galardones. Otro aplaudido producto de HBO, 'Succession', ha logrado en su segundo intento, y ya sin la competencia de 'Juego de tronos', el premio a mejor drama. Y aunque se anticipaba la victoria de 'Schitt's Creek' como comedia, la serie canadiense ha hecho historia con su sexta y última temporada.

Se ha llevado nueve estatuillas, incluyendo en las siete categorías que se han retransmitido en la gala por televisión. Y nunca antes ninguna producción, ni cómica ni dramática, había logrado imponerse en las cuatro categorías de interpretación.

Netflix sigue esperando

Netflix, que ha emitido en EEUU las cinco primeras temporadas de 'Schitt's Creek', puede tener la satisfacción de haber hecho que ese vehículo creado por Daniel Levy que permite paladear el regalo que son su padre, Eugene Levy, y Catherine O'Hara haya alcanzado un público (y a votantes de la Academia de Televisión) que no le había sido tan propicio en su canal original, PopTV. La reina de las plataformas, no obstante, tendrá que seguir esperando para conquistar la corona definitiva en la industria televisiva de Hollywood, donde además se van sumando rivales como Disney + (cuyo 'The Mandalorian' ganó en Emmys previos a la gala televisiva siete galardones) y Apple + (con 2 premios, incluyendo el de Billy Crudup como actor de reparto).

Aunque Netflix llegaba con un récord de 160 nominaciones a estos Emmy, ha vuelto a ser HBO quien se ha colocado en lo más alto, y el canal de cable se ha llevado 30 galardones frente a los 21 de Netflix.

No se le puede objetar nada a ese dominio de HBO. Porque el sello de calidad que acostumbra a acompañar a sus producciones está claramente estampado en 'Succession', el afilado drama familiar donde la relativa pero quizá apropiada sorpresa en estos Emmy ha sido la victoria de Jeremy Strong sobre Brian Cox, el hijo sobre el padre. Y está indudablemente en 'Watchmen', la primera adaptación de una novela gráfica que se lleva uno de los principales Emmy, además de otros 10, incluyendo el reconocimiento para Regina King como protagonista y para Yahya Abdul-Mateen II como actor de reparto.

Raza y política

Eran dos de los intérpretes negros que hacían de estos Emmys los más diversos en categorías de actuación, como Zendaya, que con su galardón por 'Euphoria' (otro producto de HBO) no solo se ha convertido en la ganadora más joven como protagonista de drama (24 años) sino en la segunda negra, o como la también premiada Uzo Aduba, que interpreta a Shirley Chisholm en 'Mrs. America'. Y su presencia, sus victorias, las camisetas que King y Aduba han lucido desde sus casas con la imagen y el nombre de Breonna Taylor, una de las víctimas negras de la policía en EEUU, y algunas apariciones, discursos e intervenciones, han contribuido a subrayar la conexión de la gala con la realidad social del país.

Se ha oído en el escenario del Staples Center desde donde Kimmel presentaba sin público, acompañado ocasionalmente por otras estrellas, el Black Lives Matter, las vidas negras importan, que recorre EEUU. Zendaya ha dicho a los jóvenes que protestan en las calles "os veo, os admiro, os respeto". Y cuando Damon Lindelof ha aceptado el premio a mejor miniserie para 'Watchmen' con una camiseta que llamaba a recordar la masacre de Tulsa (Oklahoma) de 1921 que se tomó como historia de origen de la serie, ha recordado que "los fuegos que destruyeron el Black Street negro aún arden hoy. La única forma de apagarlos es si todos los combatimos juntos".

No ha sido ni mucho menos el único mensaje de carga política en una gala, salpicada de algunos momentos tiernos por las conexiones de vídeo, donde uno de los temas recurrentes en discursos de muchos ganadores ha sido la llamada a los ciudadanos estadounidenses a votar en las elecciones del 3 de noviembre. Y el broche de oro lo ha puesto Jesse Armstrong al aceptar el Emmy de mejor drama para 'Succession'. Tras los agradecimientos ha querido dar las "desgracias": al coronavirus, a Donald Trump "por su desgraciada y descoordinada repuesta", a Boris Johnson y su gobierno por "hacer lo mismo" en el Reino Unido, a todos los "gobiernos nacionalistas y casi nacionalistas en el mundo que son exactamente lo opuesto de lo que necesitamos ahora y a los magnates de medios que hacen tanto por mantenerlos en el poder".