Mas fuerte que nunca!, esa fue la promesa que hizo la UER en 2020 tras interrumpirse por primera vez en 65 años el concurso de canciones mas famoso de la tele.

Duncan Lorence ganó en 2019 en Israel para llevar el Festival a los Países Bajos, Holanda de toda la vida, y ha tenido que esperar dos años para entregar el micrófono de cristal, el trofeo al siguiente vencedor en Rotterdam, pero lo hará virtualmente pues este miércoles ha dado positivo en covid y no podrá ni actuar, ni entregar el premio.

Rotterdam la ciudad mas vanguardista del país aguantó dos años y cumpliendo rigurosamente han dado un golpe en la mesa, sus responsables decían hace meses; «si se puede hacer se hará, y con público». 3500 espectadores llenaran las gradas, un tercio de lo habitual, pero sin mascarillas, sentados unos al lado de otros, tranquilo señor Simón, todos tienen un PCR negativo, se lo hacen en la entrada al recinto cuatro horas antes del espectáculo.

Se han realizado 24.400 pruebas entre el público, equipo, voluntarios, artistas y delegaciones. Sí, los eventos burbuja han llegado para devolvernos el mayor espectáculo televisivo del planeta. Solo el cantante sueco ha sido pillado en una red social gay pidiendo conocer la ciudad de la mano de algún lugareño versátil en esto de Eurovisión, vamos que le gusten las baladas y el pop rock.

Solo se ha quedado atrás la representante australiana, donde tienen prohibido salir de del país, las 38 delegaciones restantes han aterrizado en Rotterdam, y se han encerrado en los hoteles convertidos en bunkers anti Covid, de allí al Ahoy Arena y todos con su PCR a la entrada y a la salida.

Sobre un impresionante escenario, quizás el mas original y rompedor de la década se desarrollarán en la final 26 historias que van desde el blues Portugués, al rock Italiano, pasando por un trap ruso y una pegadiza chanson française, al mas puro estilo Edid Piaf, que cuenta con muchas papeletas para arrasar en la final de esta noche.

En diciembre todos los participantes grabaron una video de reserva en su país por si se producía algún positivo o en el caso de Australia no se les permitía el viaje, lo tienen todo bajo control, como se ha evidenciado en las dos semifinales realizadas el martes y jueves que han servido para elegir a los 20 finalistas que acompañan al famoso Big Five, Francia, Alemania, Reino Unido, Italia y España que junto al país anfitrión, Países Bajos van directos a la final.

Las casas de apuesta han ido bajando a Suiza y Francia, a favor de Italia, Malta y Chipre pero podemos esperar algún sorpasso de ultima hora con Lithuania o Islandia. Estamos ante una edición muy abierta y sin un claro favorito, cosa que aumenta la emoción.

En España mientras, se ha hecho mas popular el tema del Suizo Gjon, por la serie de Rociito que la triste balada de Blas Cantó que saldrá en la decimo tercera posición.

Un nuevo eurodrama se avecina para los fieles seguidores españoles. Voy a quedarme pinta que va a quedarse en los últimos puestos de la clasificación, lo dicen las apuesta y las reacciones de la prensa especializada. Y es que no hay manera, ni bajando la gran luna hinchable, que le ha puesto el escenógrafo de Conchita Würst en 2014, se podrá conseguir arrancar los votos de la audiencia europea, mas 200 millones de almas around the world, ya que además de Australia, el Festival gana adeptos en China y en Estados Unidos donde están a punto de lanzar American Song Contest en 2022.

Por fin vuelve a ser mayo, festival en directo, vestuarios imposibles, canciones para todos los gustos, Loco Loco, Voilá, Discoteque o el grito del ultimo bosque ucraniano. Cuatro presentadores muy eclécticos, una de ellas una influercer trans, Nikkie de Jager, que tiene 14,6 millones de seguidores. Pantallas de led, tecnología punta en iluminación y sonido para volver a escuchar el famoso «and twelve points go to».

Encarguen la pizza, la noche promete, tres horas cuarenta minutos, «después me dicen que las galas son largas…». El Festival de Eurovisión vuelve a llenar de brilli brilli el salón de casa, comienza a las 20.00 hora canaria en TVE, suena la típica melodía, tanchan, tatachan chanchan charan…, yo apuesto a que Italia se lleva el gato al agua.