Penderecki es uno de los nombres claves de la música contemporánea, con una labor como compositor que lo sitúa entre las figuras punteras que desarrollaron su talento en la segunda mitad del siglo XX. Inicialmente acusó la influencias de los Anton Webern y Pierre Boulez, para luego ir decantando un estilo personal, que ha dejado obras de importancia. Una de ellas es La pasión según san Lucas (1963-1966). Explotando el lenguaje vanguardista en un contexto de composición religiosa, la pieza fue escrita en la Europa de influencia soviética, pero su recepción al otro lado del telón de acero hizo de ella un símbolo del desafío a las autoridades comunistas. En 1980, fue comisionado por Solidaridad para componer una obra que acompañase la inauguración de una estatua en los muelles de Gdansk conmemorando aquellos que fueron asesinados en las protestas contra el gobierno en 1970. De ese encargo surgiría el Réquiem polaco (1980-1984, revisado en 1993). otra de sus obras importantes, leída de nuevo en un contexto político concreto.