La isla de Gran Canaria es una gran desconocida. Desde el balcón privilegiado que ofrece el pueblo cumbrero de Artenara se puede apreciar de primera mano lo que para los mismos isleños, que se aventuran poco por unas tierras que muchos consideran, pese a la estrechez de la geografía insular, lejanas.

Alcanzar el pico más alto de Gran Canaria es el mayor reto que se ha impuesto cualquier visitante o grancanario se ha adentrado en el centro de la isla, pero la mayor parte de los que suben hasta la cima, luego dan una vuelta por Artenara, el pueblo más alto de la isla. Pero el centro de Gran Canaria descubre muchos más secretos:

Santa Brígida

Santa BrígidaLa Villa de Santa Brígida se localiza a 14 kilómetros de Las Palmas de Gran Canaria . El núcleo urbano se sitúa en un barranco con bellos palmerales, origen de su toponimia prehispánica: Sataute.

Actualmente, en el municipio se mezcla un pasado agrícola y un presente residencial, ya que en él es posible apreciar espectaculares villas y viviendas de aquellos que han decidido vivir alejados de la gran urbe en la que se ha convertido la capital de la Isla.

El visitante puede admirar la Iglesia Parroquial de Santa Brígida, un templo de características neogóticas en su estructura externa y situado donde se fundó la primera ermita de la villa , en el año 1522. Además, la Villa acoge durante el fin de semana el célebre mercadillo donde lugareños y visitantes acuden a comprar productos de la tierra, variedad de quesos, pan de campo, mermeladas, mieles artesanales y una variada repostería.

El municipio es conocido, además, por sus paisajes, en la que destaca el Monumento Natural de Bandama, una caldera volcánica apagada, que ofrece magníficas vistas de las zonas centro y este de Gran Canaria.

Además, otro lugar de gran interés es la Casa del Vino, que se encuentra en pleno casco histórico.

Vega de San Mateo

Vega de San MateoCruzando la zona de El Madroñal se llega a San Mateo con una superficie de la que casi la mitad pertecenen al Espacio Protegido de las Cumbres.

Un paseo por el casco antiguo de la Vega hace imprescindible visitar la Iglesia Parroquial, un edificio de dos naves, cuta parte superior central está coronada por un cuerpo de campanas, proyectado por el célebre imaginero José Luján Pérez. Como anécdota, la campana del templo, agregada cuatro años después de su construcción, fue enviada desde Cuba por emigrantes canarios de esta localidad.

La Alameda de Santa Ana, situada junto a la Iglesia, conforma, junto al Ayuntamiento, un conjunto de estilo neocanario muy depurado. El Mercado Agrícola y Artesanal de San Mateo, los sábados y domingos, es otro de los lugares más populares del municipio, convirtiéndose en el principal motor económico de la localidad.

El municipio también descubre panorámicas únicas de las medianías, desde los Miradores de Montaña Cabreja y el Mirador Natural de La Cruz y el Montañón. Ya en la Cumbre de Gran Canaria se localiza Los Pozos de La Nieve, donde antiguamente se almacenaba la nieve.

Tejeda

TejedaConsiderado uno de los pueblos con más encanto de España, Tejeda alberga la cima de Gran Canaria, el Pico de las Nieves, que registra unos 1949 metros de altura.

El entorno natural de esta zona se caracteriza por sus inmensos bosques de pino canario, que actualmente comparten espacio con una enorme colonia de almendros. También la cultura y el arte están presentes en el lugar. Así, el visitante puede acudir al Museo de Esculturas Abraham Cárdenes, dónde se puede admirar parte de la obra de este escultor.

Pero Tejeda atesora, además, gran parte del rico patrimonio arqueológico de la isla. Allí se puede encontrar vestigios tales como cuevas de enterramientos, grabados, pinturas y casas.

El Centro de Interpretación Degollada de Becerra constituye, también, un lugar de especial interés. Localizado entre La Cruz de Tejeda y el Pico de las Nieves, es un mirador natural y un centro dedicado a informar sobre la etnografía local. Tejeda cuenta, además, con un ecomuseo: el Parque Arqueológico del Bentayga, levantado junto al Roque del mismo nombre, cuya finalidad es también servir de centro de interpretación, tanto del complejo arqueológico de los roques (Bentayga, Andén de Tabacalete, Cuevas del Rey y el Roquete) como de su entorno.

La visita al municipio no puede pasar por alto ni la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora del Socorro, un templo que data del año 1921, ni el Parador Nacional de Tejeda, este último en restauración. Una gran cruz de piedra preside su entrada, a pocos metros de la cual numerosos puestos de venta de productos típicos de la zona hacen las delicias de los visitantes, que saborean entre otros, los postres artesanales típicos del municipio.

El símbolo de Gran Canaria se encuentra también en Tejeda: el Roque Nublo, una enorme roca basáltica en forma de monolito de más de 70 metros de altura, surgida como consecuencia de la actividad volcánica. A su lado se encuentra otra roca monolítica El Fraile, por su gran parecido a un monje rezando.

Artenara

ArtenaraLa pequeña villa se sitúa a 1.270 metros sobre el nivel del mar convierte a Artenara como el pueblo más alto de Gran Canaria.

Aunque el municipio es eminentemente interior, parte de su territorio llega hasta la costa, que se encuentra rodeada de las grandes extensiones de bosques de las zonas de Tamadaba y Tirma. Ambos se han convertido en dos de los reductos naturales mejor conservados de la isla.

Artenara es un lugar ideal para apreciar los yacimientos arqueológicos que muestran la forma de vida de los aborígenes canarios. El Complejo Arqueológico de Acusa, las Cuevas del Caballero y la Cueva de Los Candiles son un ejemplo de ello.

La visita a la Ermita de la Virgen de La Cuevita es otro de los recorridos tradicionales, puesto que esta ermita está excavada en un risco situado a 400 metros del casco del pueblo. La Iglesia de San Matías es el lugar en el que se halla la actual Parroquia de Artenara, donde destacan las imágenes de la Virgen del Rosario, la Virgen de la Concepción, San Matías y San Juan.

Valleseco

A pesar de su nombre, es una villa húmeda que formó parte de un gran bosque de laurisilva. De hecho, se caracteriza por su desbordante vegetación, y es que un 80% de su territorio tiene la consideración de Espacio Natural Protegido.

Es un municipio eminentemente agrícola y con un entorno natural floreciente. Estas dos circunstancias permiten que el visitante disponga de una gran variedad de senderos y caminos reales que recorrer y, así, poder disfrutar de un interesante reducto de laurisilva de gran valor botánico, como en el Barranco de La Virgen, en el Parque Rural de Doramas.

La red hidráulica que recorre el municipio de punta a punta también es considerada de gran importancia por su valor etnográfico. Fuentes, pilares, acequias, molinos o lavaderos construidos desde comienzos del siglo XIX son parte del patrimonio cultural de Valleseco. Es la denominada 'Ruta del Agua', que se aprecia a través de distintos senderos y caminos.

Teror

TerorY por último, y no menos importante se encuentra la Villa Mariana de Teror, localizada en la zona centro oriental de la Isla. El gran atractivo de la Villa no sólo es la gran devoción que se profesa a la Virgen del Pino, patrona de la Isla, sino que es, además, uno de los municipios grancanarios con mayor valor histórico y natural.

El municipio acoge en su Basílica, a la Virgen del Pino, Patrona de la Diócesis de Canarias. Se halla en la Plaza del Pino y el inicio de su construcción data del año 1767, aunque con posterioridad ha debido ser restaurada en varias ocasiones. En la parte trasera del Altar Mayor se sitúa el Camarín de Nuestra Señora del Pino.

La Plaza de Teror es el centro neurálgico de la Villa. Desde ella se pueden apreciar los balcones típicos de la arquitectura canaria que adornan gran parte del municipio. La Alameda es otro de los lugares más transitados, en el mismo casco histórico de la Villa. Su origen se remonta a una explanada situada delante del Palacio Episcopal, en 1793. En este Palacio residían los prelados de la Diócesis. Cercana a la Basílica se localiza la Plaza Teresa de Bolívar, reformada en los años 50, y donde se puede visitar el busto del libertador Simón Bolívar.

Y unido al nombre de Teror está también el del Monasterio del Cister. Su origen se sitúa en el año 1882, y en su interior aún se conservan las imágenes de San Benito y San Ildefonso, de un antiguo convento de la capital. La Fuente Agria también es uno de los lugares más emblemáticos de Teror. Se compone de tres manantiales: El Principal, del Agua Agria y del Molino de en medio.

Además, Teror dispone de varios espacios protegidos: Pino Santo, el Parque Natural de Doramas, con los barrancos de Azuaje y Moya, y la Finca de Osorio.

Cada domingo, de 7.00 a 16.00 horas, el popular Mercadillo de Teror, se sitúa bordeando la Basílica. En él se pueden adquirir productos de la tierra, dulces típicos o las famosas morcillas dulces y chorizos de Teror. Además, es posible apreciar la artesanía que se elabora en el pueblo, principalmente la cestería, la latonería, la talla de madera, calados, macramé, bordados, trabajos de barro y caña, telares o el ganchillo.