Gran Canaria es una isla muy visitada pero poco conocida. Esto se debe, en parte a que cuenta con la ciudad más poblada del archipiélago y debido a esto ha absorbido gran parte del protagonismo insular, olvidando la multitud de atractivos que esconde en toda su geografía, que son poco transitados y conocidos, no solo por los turistas, sino para el nativo. Estos son algunos de los parajes que hacen de Gran Canaria un paraíso:

1. Pinar de Santiago: Ubicado en San Bartolomé de Tirajana, debe su nombre a una antigua ermita de Santiago Apóstol, con larga tradición en Tunte y en el municipio del sur de Gran Canaria. Los restos de dicha edificación son escasos, pero la visita merece la pena, ya que se encuentra en medio de un área recreativa que está rodeada de pinares que permite al visitante pasar una jornada tranquila en plena naturaleza.

2. Mirador de los Poetas: Uno de los balcones que ofrece este continente en miniatura. Localizado en el municipio cumbrero de Gran Canaria, Artenara, ofrece unas vistas únicas de la parte occidental de la Isla, además de una panorámica de Tenerife y el majestuoso Teide. Una parada obligatoria.

Puesta de Sol con calima desde el Mirador de los Poetas y Faro de los Alisios

Puesta de Sol con calima desde el Mirador de los Poetas y Faro de los Alisios

3. Pino de Casandra: En el entorno de la presa de las Niñas se yergue con su estampa singular uno de los pinos centenarios de Gran Canaria, el de Casandra, que aún no ha caído víctima de los últimos y grandes incendios forestales.

4. Cueva Reina Mora ó Cueva de los mil colores: Siempre bella, sugerente, misteriosa y también peligrosa. Conocida por los gariteños de toda la vida, mantiene su anonimato porque es difícil acercarse si no se la conoce. Tiene su hogar en la zona norte de la playa de La Garita y fue 'descubierta' por José Luis González Ruano en un libro de 1988, donde mencionaba dónde encontrarla, aunque ya advertía que su presencia no es apta para todos los públicos. Se trata de la Reina Mora, un risco que, si hablara, contaría muchas historias.

5. Macizo de Amurga: Ni la fiebre por el senderismo ha evitado que el Macizo de Amurga sea uno de los lugares más desconocidos de la Isla. Casi todos los grancanarios y visitantes lo han divisado a lo lejos, desde la autopista del Sur o desde las carreteras que suben a Tunte por Santa Lucía o por Fataga, pero muy pocos se han adentrado por sus escarpadas laderas y sus profundos barrancos.

6. Piscinas naturales de La Furnia: La playa Furnia está situada en el municipio de Gáldar, en la isla de Gran Canaria. Se encuentra en un paraje virgen, situada entre riscos y formada por rocas y bolos. Las aguas son cristalinas, aunque la playa soporta un fuerte oleaje. Cuenta con una piscina natural que permite el baño sin ningún tipo de riesgo.

7 . Barranco de Las Vacas: Si hubiera que explicar el motivo del apodo de 'Un Continente en Miniatura' por parte de Gran Canaria, el barranco de Barafonso, o el de Las Vacas, en Agüimes sería uno de los primeros ejemplos que viniera a la cabeza a más de uno. Un lugar para demostrar que la Isla no solo es playa y no tiene nada que envidiar a otras que destacan más por su interior. Este paraje recuerda, a otra escala muy distinta, a estampas tan icónicas como las del Cañón del Colorado o el Parque nacional Tierra de Cañones, ambos en Estados Unidos

Un paseo por el Barranco de Las Vacas, en Agüimes

Un paseo por el Barranco de Las Vacas, en Agüimes

8. Las profundidades de La Isleta y El Confital: Aunque sea conocido por muchos, la mayoría tan solo ha visto la superficie de esta joya de la naturaleza anclada en la capital grancanaria. Un paseo que merece la pena y ofrece una estampa única de Las Palmas de Gran Canaria.

Un paseo por El Confital

Un paseo por El Confital