Canarias canta con acento propio a la Navidad desde hace algunos siglos aunque lo cierto es que, comparada con otras regiones europeas, esta tradición no es muy antigua en nuestro archipiélago.

Las primeras referencias eruditas aparecen en escritores como Bartolomé Cairasco de Figueroa, Manuel Alvarez de los Reyes, Fray Andrés de Abreu y Fray Marcos de Alayón, abarcando un periodo que va desde el siglo XVI al XVIII, explica Carlos García en el blog Rincoanda.

Entre éstas recordar a Loas por la noche de Navidad o Juguete de la Adoración de los Pastores, publicados por María Rosa Alonso, donde se refleja el sentido universal y eminentemente pastoril de la leyenda navideña.

Destaca también Carlos García los villancicos compuestos por Diego Durón, maestro de la capilla catedralicia de Las Palmas quién, allá por 1689, escribió 167 villancicos de Navidad y otros 57 de Reyes, bien estudiados por Lola de la Torre en los archivos que se conservan en aquella catedral, sin olvidar incluir, entre otras, los villancicos o los Arrorros, que ofrecen letras como esta:

"A Belén van los pastores

Porque dicen que allá está

Tiritando en un pesebre

El que es todo Majestad..."

Otras obras incorporan motivos populares que recuerdan mucho a los Aires de Lima mientras que en legajos escritos en 1692 se ofrece un carácter descriptivo sobre el portal de Belén.

En Canarias siguen existiendo tradiciones dramáticas en forma de temas teatrales, de autos sacramentales, como el que se mantiene en Tejina la víspera de Reyes.

Se trata de una versión procedente de la isla de La Palma y cuyo autor fue Gaspar Fernández y Avila, teólogo del Sacromonte de Granada y cura de la villa de Colmenar de Málaga. Su obra titulada La infancia de Jesucristo fue editada en 1785 y de sus diez coloquios, la que se mantiene vigente en Tejina es la de la Adoración de los Santos Reyes a Jesucristo, que consta de 350 versos y que recitan de memoria muchos habitantes de la localidad lagunera.

'Lo Divino': un éxito navideño atemporal

De estas primitivas composiciones navideñas hay que mencionar al que sin duda es, hoy por hoy, el villancico canario más conocido y cantado, el denominado 'Lo Divino'.

La versión más difundida por todo el archipiélago es la de Fermín Cedrés (nació en Tegueste, Tenerife, en 1844 y murió en La Laguna en 1927), organista, pianista y compositor

El maestro Cedrés, segundo organista de la capilla de música de la catedral de La Laguna, fue también director de la banda de música El Porvenir, habiendo sido con anterioridad músico de la orquesta que dirigía Cirilo Olivera en la que tocaba la viola.

Fue compositor de varias obras musicales, como por ejemplo una Letanías o unas Plegarias que se cantaban en el Convento de Santa Catalina.

De Lo Divino se conserva la partitura original en el convento de las monjas Claras de La Laguna, aunque también existe una copia en el Orfeón La Paz.

Al parecer, y según referencias de varios autores, este reconocido villancico lo preparó a principios del siglo XX con ocasión de un festival a beneficio del Hospitalito de Niños.

La letra de las coplas pertenece a diversos autores, como los octosílabos del comienzo que son de Ramón Gil Roldán.

"Anuncia nuestro cantar

Que ha nacido el Redentor

La tierra, el cielo y el mar

Palpitan llenos de amor..."

A Néstor de la Torre, Diego Crosa, 'Crosita', y Santiago Beyro, cura párroco de la Concepción, corresponden la autoría de distintas estrofas del mismo villancico.

Esta popular composición ha dado pie a Los Grupos de lo Divino, que actualmente siguen recorriendo las calles cantando, aunque en fechas más cercanas a la Nochebuena.

Los Grupos de lo Divino entonan villancicos desde los primeros días de diciembre.

También es habitual en Canarias durante el invierno los Ranchos de Pascua, hijos de las tradiciones peninsulares (incluyendo lo portugués), con una pátina del legado moruno, y que se mantienen en Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura.

Su comienzo se databa con cierta antelación, en noviembre, donde empezaban el recorrido para recaudar limosnas para el sufragio de las almas, mientras cantaban la Navidad al ruido de panderos y otros instrumentos.

Unas coplas recopiladas por Andrés de Lorenzo Cáceres, en 1935, y que tituló como Villancico a la manera antigua, sirven de cierre para este recorrido histórico sobre las composiciones navideñas tradicionales en Canarias aunque, como se puede comprobar a continuación, no acaba aquí la producción musical isleña y su relación con estas fiestas, que tiene en El tajaraste del Niño otro ejemplo.

Quizá sea ésta una de las tradiciones más antiguas que se conocen en el Archipiélago y tiene, como tantas cosas del folclore, origen rural.

La motivación principal de esta expresión artística es rendirle homenaje al Niño Dios a través de esta música y danza colectiva cultivada en las islas occidentales.

Tal y como ocurre con muchas de estas "danzas del niño", los ejecutantes son en su mayoría hombres, aunque a veces las mujeres pueden llevar la voz cantante en una pieza recitadade manera adicional.

Alfredo Kraus y Renata Scotto cantan por Navidad

El tenor grancanario Alfredo Kraus y la soprano de la ciudad italiana de Savona Renata Scotto grabaron juntos el álbum Canciones de Navidad, un recopilatorio donde ambos artistas interpretan de manera magistral los villancicos más populares.

Este recital navideño se grabó el 16 y 17 de noviembre de 1991 en la Catedral de Badajoz.

Tanto Scotto como Kraus ya estaban en el otoño de sus carreras, pese a lo cual continúan demostrando en este trabajo su calidad interpretativa cantando temas como 'Campana sobre campana', 'Adeste Fideles', 'Ave María', 'Pastorale', 'What child is this?', 'Fum, fum fum', 'He shall feed his flock' o 'Madre, a la puerta hay un niño', entre otras composiciones clásicas del repertorio navideño nacional e internacional.

El delicioso catálogo de temas incluidos en el álbum 'Canciones de Navidad' está colgado en YouTube, donde algunos usuarios han escrito que "es hermoso poder conocer a grandes artistas líricos por este medio, en este tiempo en que la belleza musical decae".

Actualmente, uno de los villancicos más populares que se conocen en Canarias es 'Una sobre el mismo mar', compuesto y escrito por el timplista tinerfeño Benito Cabrera, en 1995, y por el que ganó un disco de platino, acaba de ser adaptado a raíz de la aprobación de la reforma del Estatuto de Autonomía de Canarias, en el que se incluye a La Graciosa como octava isla del Archipiélago.

El propio Cabrera no solo modifica el estribillo con un "vamos cantemos somos ocho..." sino que incluye un párrafo dedicada a la nueva isla canaria: "Asoma el alba por La Graciosa mi chinija flor. En las caletas sueña el jable cielos de arrebol. Desde los roques trae un cantar el viento en su rumor".

La nueva canción se estrenará el próximo 20 de diciembre coincidiendo con el III Concierto de Navidad para escolares organizado por Asociación Canaria para la Difusión de la Música (Acadim) y la Orquesta Filarmónica Juvenil de Tenerife.

Así, como conclusión, la historia, la leyenda y la tradición conforman y perfilan la fiesta de la Navidad en Canarias, donde en estas fechas conviven los temas del repertorio clásico con la frescura que aportan las nuevas partituras.