Una muestra que toma como punto de partida la idea 'Amable desarme del yo' del filósofo surcoreano Byung-Chul Han.

Integran esta exposición dieciséis obras realizadas en la última década por artistas canarios, nacionales e internacionales.

Vídeos, esculturas, fotografías e instalaciones que abordan temas como la identidad, la autoexplotación y el individualismo.

Son muchos los diagnósticos que apuntan a un actual predominio del narcisismo.

En el interior de la cultura de consumo cada uno de nuestros egos presupone un centro del mundo y la cultura digital sin duda ha contribuido a agrupar pequeñas comunidades globales centradas en el yo.

El éxito de publicaciones de autoayuda y emprendeduría, así como la proliferación de competiciones deportivas individuales se justifica por el consenso en torno a la idea de que el único límite es uno mismo: do it yourself.

La "industria del yo" se extiende también a toda una constelación de dispositivos que organizan nuestro imaginario en primera persona –iPhone, iPod, iPad, iWatch, iTunes iBooks, iLife, iFoto, iWork…

Asimismo, las antiguas alianzas sindicales han dado paso a un nuevo ecosistema de competición laboral que dificulta cualquier posibilidad de camaradería y las relaciones sociales se alejan cada vez más de aquella philia que mantenía unidas las ciudades.

En ese mismo escenario de soledades se promociona la autoerótica, la tecnología de la elección y la racionalización del amor, estableciendo a Narciso como contrafigura de Eros.

Dicha cultura de la autosuficiencia nos lleva a formular la sospecha de que sólo será posible aspirar a una emancipación mediante la emancipación de uno mismo: el desarme de Narciso.

Frente al repliegue ensimismado del yo, esta exposición ensaya diversas tentativas para un amable despliegue hacia el otro –amabilis: capaz de amor– a través de un diálogo entre obras de múltiples contextos y formatos.

Todas ellas configuran diferentes puntos de vista: desde trabajos que se aproximan a la cultura del rendimiento y la problemática narcisista, hasta invitaciones a reconocer la otredad que nos habita, la compleja pero revolucionaria naturaleza de los afectos, la necesidad de articular unas políticas del cuidado y la potencia de una pulsión de vida ligada a la dimensión de Eros en tanto que deseo de otro modo de existencia.

Se lleva a cabo en un momento de extrema inmunidad hacia el otro, pues tanto la urgencia sanitaria como la creciente polarización social están acelerando el deterioro de la convivencia y las relaciones humanas. Pero precisamente por ello, es quizá también el momento más adecuado para mirar más allá del espejo y reinventar una máxima estética: Eros es más.

Comisariado

Diana Padrón

Artistas

Bureau d'ètudes, Cristina Temes, Esther Aldaz, Elke Andreas Boon, Erick Beltrán, Javier Peñafiel, Jorge Cembranos, Teresa Correa, Superflex

Imagen superior

Esther Aldaz, Refugio provisional, 2020-2021, instalación, medidas variables, imagen © cortesía de la artista